Aumenta la dependencia al móvil por la pandemia: los jóvenes españoles renunciarían antes al alcohol que a él

Cada vez, sobre todo los jóvenes, pasamos más horas delante de la pantalla del teléfono móvil, muchas veces ni siquiera somos conscientes de ello, puesto que lo tenemos tan integrado en nuestra rutina diaria que forma ya parte de esta.

Además, la pandemia del coronavirus no ha ayudado precisamente a que nos distanciemos de nuestros smartphones, sino todo lo contrario. Debido al tiempo que hemos pasado confinados y algunas medidas restrictivas como el toque de queda, todavía nos hemos apegado más a estos dispositivos hasta el punto de llegar a preferirlos antes que a una cerveza o chocolate.

El uso diario de los teléfonos móviles se ha disparado en Europa, es más, siete de cada diez personas reconocen que utilizan más el teléfono desde el confinamiento. Esto es algo que se puede ver sobre todo entre los jóvenes de Francia, donde un 55% confesó haber pasado mucho más tiempo pegado al smartphone este año, seguido de Italia y España.

El uso de los móviles se ha disparado

Los teléfonos móviles han llegado a convertirse en el compañero indispensable de muchísimos jóvenes que incluso los consideran más valiosos que otros aspectos de sus vidas, según el estudio realizado por OnePoll para la compañía de tecnología móvil OnePlus, mediante el cual se busca conocer cómo el confinamiento ha afectado al uso que hacemos de nuestro móvil.

A partir de las preguntas realizadas a usuarios de smartphones de entre 18 a 35 años de edad de toda Europa, el estudio demuestra que la dependencia a este tipo de dispositivos ha crecido. Así, más del 95% reconoce que duerme con ellos en la misma habitación, casi ocho de cada diez lo tienen al alcance de la mano en todo momento y el 77% no puede dejar pasar más de treinta minutos después de despertarse para revisar las notificaciones de su teléfono.

En el caso de España...

Esta tendencia se mantiene entre los jóvenes españoles, quienes reconocen (el 89%) que necesita tener siempre el móvil en su mano, bolsillo o a la vista. Los británicos (32%) y españoles (30%) son los jóvenes europeos que reconocen que más sufren de nomofobia, una afección que describe el miedo irracional a permanecer un intervalo de tiempo sin el teléfono móvil.

Además, se ponen nerviosos si ven que se les empieza a agotar la batería: el 81% de los españoles reconoce que sufre ansiedad, solo superados por los jóvenes italianos (82%). Precisamente por ello, alrededor del 6% de los encuestados españoles admite cargar su teléfono antes de que la carga baje del 50%.

Esto tiene que ver también con que la característica que más valoran los españoles a la hora de elegir un nuevo smartphone sea la autonomía de la batería (64,6%), aunque esto no es lo único, ya que también tienen muy en cuenta el precio (64%), el almacenamiento (63%) y la calidad de la cámara (60%).

En los momentos en los que tienen poca batería, los españoles recurren a móviles de familiares o amigos (49%) o buscan bares o restaurantes para cargar sus móviles, ya sea preguntando al personal (32%) o usando directamente los enchufes disponibles (34%).

¿Renunciarías a algo antes que a tus teléfonos móviles?

En el estudio también se preguntó a los encuestados si estarían dispuestos a renunciar a algo antes que a sus teléfonos móviles y los resultados muestran que los españoles prefieren renunciar a quedarse sin bebidas alcohólicas, como la cerveza, el vino, las copas (43%) o aperitivos como las patatas fritas (33%) o el chocolate (23%) antes que quedarse sin su móvil.

Sin embargo, los españoles tienen sus prioridades muy claras, ya que solo un 6% renunciaría al sexo y un 3% a dejar de lado a su mejor amigo por un teléfono móvil. Esas líneas coinciden también con las de otros jóvenes europeos: solo cerca del 6% de los daneses preferiría dejar a sus parejas sentimentales antes que a su móvil, mientras que el 13% de los finlandeses preferiría quedarse sin coche.

En Alemania, sin embargo, el 4% elige perder un riñón antes que no tener móvil, en un porcentaje mayor que el de Francia e Italia juntos. Estos últimos, son los menos probables (4%) a renunciar al sexo o a su pareja antes que a sus móviles, mientras que el 31% de los franceses renunciaría a su serie favorita por pasar más tiempo con el móvil.