Picores, dolores de cabeza, irritaciones en la piel… o nada en absoluto. Eso son los síntomas de muchas infecciones genitales, un motivo muy habitual de consulta en las clínicas ginecológicas. ¿El problema? Que, en otros tantos casos, son asintomáticas. No solo eso: los signos de las infecciones en la piel son muy comunes y se pueden confundir con los de otras patologías, por lo que están infradiagnosticadas.
Suma esto a que en los últimos años asistimos a un crecimiento en las cifras de contagiados por Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en España. Los jóvenes han perdido el miedo al contagio, explican los expertos, y eso se traduce en menos precauciones durante las relaciones sexuales y menos conciencia del peligro. “Si la información que tienen es insuficiente y la que buscan está distorsionada, no tienen una percepción real de los riesgos asociados a las prácticas sexuales, y se quedan con eso de 'por una vez, no pasa nada’”, explicaba en una entrevista con Yasss el psicólogo Denis Pascon.
Para ralentizar la propagación y evitar patologías mayores, la detección precoz es fundamental. En Yasss te ayudamos a identificar los síntomas más habituales.
Las infecciones vaginales, de la vulva y la vagina, son una patología que puede deteriorar la calidad de vida de quien la padece. En un cuerpo sano viven de manera natural distintos microorganismos que, sometidos a diversas situaciones, pueden verse alterados y provocar infecciones. Es entonces cuando se dan las infecciones.
Estas patologías se dan cuando se altera el equilibrio de las bacterias, los hongos crecen mucho en el interior de la vagina o se transmiten parásitos a través de las relaciones sexuales sin protección. También pueden producirse con los cambios hormonales, la actividad sexual, el embarazo, los antibióticos o la falta de higiene, así como los esteroides o el uso de determinados productos de higiene íntima.
La infección vaginal más común es la vulvovaginitis, una inflamación de la mucosa vaginal y de la piel de la vulva que provoca picor, escozor, dolor y secreciones vaginales grandes. La candidiasis también es bastante habitual: está provocada por distintos tipos de hongos y los síntomas pueden ser una secreción vaginal blanquecina (con aspecto de yogur), dolor o escozor al orinar o lesiones en la piel de los genitales externos.
Muchas personas sospechan que padecen infecciones en las zonas íntimas cuando comienzan a notar picores o irritación en el área, como explican desde la clínica especializada en ITS Open House. Sin embargo, no todas tienen los mismos síntomas; en Yasss te contamos los más habituales:
Hay más ITS, cada una con su propia sintomatología; la única manera de prevenirlas es usar el preservativo durante las relaciones sexuales, también orales. Si sospechas que puedes sufrir una, lo mejor es pedir cita en un ginecólogo y someterte a un examen. Una ITS no interceptada a tiempo es una infección sin solucionar y, por tanto, un peligro para la salud de quien la sufre.
El tratamiento de la infección dependerá de la que se padezca: en muchos casos se soluciona con medicamentos. Mientras, solo queda prevenirlas: basta con usar preservativo y evitar el uso de productos de higiene íntima que alteren el pH vaginal, lo que incluye usar jabones o desodorantes perfumados y tampones durante largos periodos de tiempo. Así mismo, se recomienda evitar los lavados vaginales y usar prendas de algodón, para favorecer la transpiración y reducir la humedad en la zona íntima.