Muchas enfermedades de transmisión sexual (ETS) se contraen por el contacto de la piel contra la piel, y por eso no es nada descabellado pensar que la depilación genital puede favorecer su transmisión. Pero, ¿realmente hay relación entre una cosa y la otra? Te lo contamos en Yasss.
Antes de nada, ¿qué son las ETS? El gerente de la clínica especializada en tratamiento de ETS Open House, Pablo Fernández, explica que “en los últimos años no se habla de ETS, si no de ITS, porque todas ellas son infecciones, pero no todas son enfermedades”. Las ITS son “infecciones que se transmiten por la práctica de sexo desprotegido”, y los síntomas son muy diversos, “van desde manifestaciones e infecciones en el recto, genitales y garganta hasta fiebres”. Algunas de las más habituales son la clamidia, la gonorrea, la sífilis y el virus del papiloma humano.
Sobre la correlación entre el incremento de las ITS y la depilación del vello púbico, no parece haber un consenso. Un estudio publicado en 2016 por la revista Sexually Transmitted Infections, del British Medical Journal, aseguraba que la depilación sí estaba relacionada con el incremento de las ETS: un riesgo que aumentaba entre quienes se depilaban con más frecuencia e intensidad, hasta llegar al 80%. El 13% de las personas que participaron en la encuesta habían padecido herpes, virus del papiloma humano, sífilis, moluscos, gonorrea, clamidia, VIH o ladillas.
Cuando le preguntamos al responsable de la clínica qué opina sobre este tema, él reconoce que “el vello púbico puede hacer de protección parcial”, aunque, eso sí, “todo entrecomillado”: “No evita el contagio. Es cierto que hay menos contacto directo de la piel con la piel, pero el resto no tiene nada que ver”, cuenta.
“No hay ningún estudio que respalde que la depilación genital modifique el diagnóstico de ITS”, explica Fernández. “Es verdad que protege hasta cierto punto de esas infecciones que se contagian piel con piel, pero para todo lo demás no es relevante”.
En la línea de lo que comenta el gerente de Open House, un estudio reciente de la universidad estatal de Ohio aseguraba que no hay conexión entre el aseo “extremo” y la clamidia o la gonorrea, dos de las ITS más habituales en España.
En su estudio, dirigido por una ex estudiante de posgrado del centro, Jamie Luster, incluyeron a 214 estudiantes universitarias, para buscar cualquier vínculo entre la depilación púbica total, al menos una vez a la semana durante el año anterior, o seis veces en el último mes, y el diagnóstico positivo de clamidia y gonorrea. Entre el 18 y el 54% de las encuestadas dijeron haberse depilado de forma “extrema”, pero no se encontró ninguna conexión entre esa práctica y el contagio de las ITS.
Un estudio que sigue sin ser concluyente e invita a tomar responsabilidad en las relaciones, porque la única protección segura, por ahora, evita el contagio de la mayoría de las infecciones es el preservativo, independientemente de si se va a practicar sexo vaginal, anal u oral.
Hay dos cosas ciertas: cada vez se diagnostican más contagios de ITS y las infecciones más habituales se producen por el contacto piel con piel. Hablamos de la gonorrea, la sífilis y la clamidia: tres infecciones que, en muchos casos, son asintomáticas, y que se contagian silenciosamente.
La clamidia es una de las más habituales en Europa: según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, en España la padece entre un 1 y un 8.5% de la población. El ministerio de Sanidad estima que más del 70% de las mujeres y el 50% de los hombres que la sufren no presentan síntomas. La ITS puede llevar a desarrollar enfermedades inflamatorias pélvicas, infertilidad o infecciones testiculares.
Por su parte, la gonorrea es una infección causada por una bacteria, el gonococo, y también se transmite cuando se produce una relación sexual sin preservativo en la que está involucrada una persona infectada. En este caso, el ministerio cree que más de la mitad de las mujeres y alrededor del 10% de los hombres que la sufren no tienen síntomas; una cuestión difícil, ya que, si la enfermedad se complica, también puede acarrear problemas serios.
La única solución para evitar la difusión de estas infecciones pasa por la prevención y la protección, lo que además de usar el preservativo incluye someterse a las pruebas diagnósticas de ITS, gratuitas en los centros de planificación familiar y en muchos otros centros de salud. Se recomienda hacérselas cada seis meses (semana arriba, semana abajo) si se tienen varias parejas sexuales.