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Para las clitorianas, para las vaginales: diferentes formas de potenciar las zonas de placer

  • Si crees que solo eres 'clitoriana' o solo 'vaginal' te perderás muchas otras formas de sentir placer

  • Consejos para estimular al máximo el clítoris y la vagina

A lo largo de mi experiencia profesional he visto más a grupos de chicas que decían ser clitorianas o vaginales que a mi madre. Y qué pereza, en serio. Ya no es la manía de etiquetarnos, es que encima nos etiquetamos mal.

Para empezar no existen las personas clitorianas o vaginales porque no existen dos tipos de orgasmo, sólo hay uno. Me explico: El orgasmo es el orgasmo, y ya. Otra cosa diferente es aquello a lo que los sexólogos llamamos "la senda orgásmica", quizás escuchaste este término y te has hecho un lío.

La senda orgásmica no es más que "el camino" o la secuencia de los estímulos que van sucediendo hasta llegar al clímax, y este camino puede ser, básicamente, el que te dé la gana: desde acariciar la vagina o el clítoris con un dedo, juguete, pene, lengua... hasta mirar, tocar o lamer el dedo gordo del pie derecho de tu pareja, lo que elijas. ¡Tachán! Esta es la magia de descubrir tu propio modelo de sexualidad a través del autoconocimiento. Etiquetarse, por lo tanto, es una estrategia nada recomendable, ya que supone centrarse en una sola práctica e ir al grano hasta llegar al orgasmo siempre de la misma forma.

Estimular cualquiera de las dos zonas, vagina y clítoris, a tu antojo es realmente empoderante porque con ello aprendes a usar tu cuerpo como una herramienta para llegar hasta donde tú quieras. Así que te voy a dar unos consejitos sobre cómo sacar más provecho a cada zona si eliges usarla como parte de tu senda orgásmica.

¿Cómo estimular el clítoris?

El clítoris tiene 8.000 terminaciones nerviosas. Es la única zona del cuerpo destinada a proporcionar placer, por lo que es muy sensible al tacto. Podrás disfrutar más atendiendo a las siguientes estrategias:

• Centrarse en un solo movimiento para la estimulación (circular, vertical, horizontal, golpecitos)

• Realizar la 'Técnica de la órbita': Hacer círculos alrededor del clítoris en todos los sentidos sin rozarlo directamente.

¿Cómo estimular la vagina?

La vagina, el órgano que conecta el útero con la zona exterior de nuestros geniales, no tiene tantas terminaciones nerviosas, pero sí que puedes localizar en ella tres zonas cuya estimulación puede ser una fantasía. Estas son la zona G (más conocido como punto G, situado en tercio externo de la vagina), la zona U (situado cerca de la uretra) y la zona K (situado en lo más profundo de la vagina, cerca de la entrada al cuello del útero o cérvix). Para acariciar estas zonas recomiendo:

• Usar la técnica del 'Mapeo corporal' aplicado a la vagina, que consiste en localizar estas zonas en el interior de la vagina y comprobar si son placenteras, dado que cada persona es diferente y a veces los cuerpos no responden como queremos sino como ellos quieren (de ahí la importancia del auto-conocimiento). ¿Cómo? Cambiando de postura, apretando más aquí o allá, subiendo o bajando más, ahí no, un poquito más hacia la derecha, ahí, ahí... Vamos, que el mapeo no es ni más ni menos que "ir probando" hasta que des con la tecla que a ti te guste (y no la que yo te diga).

• Mantener la velocidad y el ritmo de la penetración durante el coito (si es que lo practicas). Cuando notes que el orgasmo se acerca, aumenta la velocidad y la profundidad de penetración.

Y ahora, unos consejos generales tanto para la estimulación del clítoris como la de la vagina:

• Aplazar una y otra vez la llegada del orgasmo hasta que sea inevitable. Esto hará que el orgasmo sea más intenso.

• Mantener el ritmo, la intensidad y la frecuencia de los movimientos de estimulación.

• Estimular los alrededores de los genitales hasta que sea inevitable. Entonces sí, al grano. A esto se le conoce como 'Técnica de la insinuación', que, como decía, consiste en prestar atención a las zonas del cuerpo próximas de las zonas más erógenas.

• Estimular a la vez clítoris y vagina.

• Hacer caso a los movimientos instintivos del cuerpo. Por ejemplo, contraer los músculos de las piernas, levantar la cadera, estrechar la vagina, etc.

• Concentrarse en las sensaciones placenteras y no desviar la atención a otras cosas (deja la lista de la compra para otro momento).

• Comunicar de manera verbal a la pareja dónde tocar y cómo.

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