Si mencionamos el apellido Londoño y no estás familiarizad_ con el universo del reggaetón, seguramente no te suene de nada. Pero si decimos ‘Maluma’ (su apodo), entonces nos figuramos que habrás empezado a mover la cadera al ritmo de una canción movidita como ‘Felices los cuatro’, y ya no puedes parar. Todo lo que rodea a uno de los reyes del género urbano es noticia. De hecho, nosotr_s no somos, ni mucho menos, tan Malumacentristas como crees. El cantante no es el único elemento diferenciador en el clan familiar. Su hermana, Manuela Londoño Arias, también ha resultado ser un referente para muchas personas. Es una auténtica crack.
Te contamos algunos detalles sorprendentes sobre su vida.
Los hermanos del clan Londoño están muy unidos desde siempre, y cuando Maluma saca hueco de sus innumerables giras y conciertos a lo ancho y largo del planeta suele visitar a su hermana para pasar el máximo tiempo posible a su lado. En las cuentas en redes sociales de ambos pueden rastrearse decenas de fotografías que dan a entender enseñan lo evidente: son inseparables.
Ambos mantienen una relación excelente, de cordialidad, cariño y compañerismo. Buena parte del éxito de Maluma se debe al refuerzo familiar y a la confianza de los Londoño en su sueño de dedicarse a la música de forma profesional, y en particular, a su hermana mayor, que lo ha apoyado desde que era un niño.
Tal es el vínculo del cantante con su familia que, por lo que se cuenta, su apodo deriva de la unión de todos los miembros. ‘Ma’, por su madre, Marli; ‘Lu’, por su padre, Luis; y ‘Ma’ por Manuela, su hermanísima, la mayor, quien siempre ha mencionado a su hermano en sus entrevistas, y hasta ha detallado con todo detalle la ilusión que le hacía su nacimiento y cómo, cuando era un niño bastante travieso, ella siempre estaba pendiente de que no se rompiera ningún hueso. ‘Íbamos al hospital todo el tiempo’.
Manuela lleva toda la vida viviendo en Medellín y ha seguido un camino académico de lo más curioso. Estudió Psicología durante varios años, una carrera a la que luego sumó la de Filosofía. En lo profesional, ha destacado por ser una persona muy vinculada a ciertos proyectos solidarios.
Junto a Maluma, fue una de las impulsoras de la joya de la corona del cantante (fuera de sus propias canciones y su carrera musical). En 2016, le ayudó a crear uno de los proyectos filantrópicos más interesantes de su faceta profesional fuera de la música. Se trata de ‘El arte de los sueños’, una fundación centrada en impulsar los sueños de niños y adolescentes colombianos en riesgo de exclusión social.
Manuela es la presidenta de esta entidad, que trabaja expresiones artísticas como el canto, la composición y las artes plásticas con los más pequeños. "Una entidad líder en la formación de niños, niñas y adolescentes en diversas expresiones artísticas, basados en la calidad, la inclusión y el compromiso firme, construyendo a través del ARTE mejores opciones de vida".
Respecto a la vida sentimental de la hermana de Maluma, las noticias no son tan positivas. Bastó que Manuela publicara una fotografía en Instagram para que se desatara una polémica especialmente ponzoñosa en redes sociales, con un sector de los fans del cantante arrojando hate y criticando su orientación sexual de una forma inaceptable (no repetiremos aquí esos apelativos tan feos). En dicha imagen, Manuela aparecía junto a una mujer llamada Andrea Vázquez; posiblemente, su pareja, aunque no se ha confirmado.
Parece mentira que, en tiempos de inclusión y búsqueda de acomodo para derechos de tod_s, ciertas personas tengan que seguir soportando la bilis retrógrada de la masa social. Nos quedamos con la frase de Manuela, que define su filosofía y es un ejemplo de visibilidad y defensa de los derechos LGTBQ. "El secreto es no odiar a nadie y no amar a cualquiera".
Viva Manuela y vida la solidaridad.