Zillennials, la nueva generación entre zetas y millenials que no se siente cómoda en esas categorías
Matías CandeiraMadrid
Una generación en el andén de en medioUNSPLASH
Los zillennials se saben un poco huérfanos, porque no pertenecen a ninguno de las dos generaciones de referencia: millennials y zetas
Han vivido el fin del mundo analógico y el nacimiento de la fiebre por lo digital
Ya se sabe: las generaciones las carga el diablo. A veces operan como etiquetas socioculturales de trazo grueso que no reflejan la realidad de quienes están dentro de esa franja de edad; otras, son un reclamo para la guerra y sirven para marcar las diferencias abismales entre unos miembros y otros. Ok boomer. Vale, zetosidad imberbe que cree que nunca envejecerá.
¿Y en la calle de en medio? En estas clasificaciones sumarias también hay espacio para generaciones de generaciones, categorías intermedias que ni los propios millennials y zetas saben cómo nombrar. Algunos expertos (con mucho tiempo libre, diríamos, y ganas de enredar esta madeja todavía más) han empezado a insistir en la existencia de una generación a caballo entre el inicio y el fin de los años 90. Son los zilennialls.
Fuentes como el Urbam Dictionary conciden en señalar la franja pequeñísima de años que define a esta generación. Los zillennials serían todos los nacidos entre 1993 y 1997; una microgeneración atrapada entre dos referentes totémicos que se pelean y a veces se desean, los millennials y la generación Z.
Muchos y muchas zillennials dicen sentirse extraños en esa tierra de nadie. Demasiado mayores para entender a los zetas y su histeria tiktokera, y no tan viejos como para haber adoptado esa actitud viejuna y reaccionaria de un porcentaje de los zillennials. Otr_s afirman haber pescado lo mejor de las dos generaciones. Adoptando los mejores rasgos de cada casa, se vive mucho mejor.
En un artículo de Vice, Shamani Joshi explica cómo se siente pertenecer a esta franja de edad fantasma.
“Me preocupo por el cambio climático como los de la generación Z. Me gusta más el pan tostado con crema de cacahuete que con aguacate, algo que los millennials necesitan para vivir. Pero también me gustan las plantas como al millennial promedio, sobre todo porque son como perros que no necesito sacar a pasear. Todavía uso el emoji de risa, me peino de lado y uso pantalones ajustados, pero eso nunca me ha impedido tener sexo, así que, ¿a quién le importa si estoy siendo descarado?”.
Educación sentimental
Como pasa con todas las generaciones, son sus objetos, su cultura digital, sus memes de Internet y muchos otros detalles los que les representan. Se dice que los zillennials son una generación a caballo entre otras dos, y que lo que los define es la frontera entre el mundo digital y el analógico, que vivieron casi al tiempo que desarrollaban conciencia y les salían los primeros dientes.
Dice Joshi, en el citado artículo de Vice: “En redes sociales los millennials tienen una presencia muy "mírame, aquí estoy", van a fiestas en casa, se toman fotos en grupo, etiquetan a todos sus amigos, ponen pies de fotos más directos o suben boomerangs con la peor caligrafía. Pero las redes sociales de la generación Z parecen ser más espontáneas. Como zillennial, siento que las redes sociales son algo natural para mí”.
Rasgos de los zillennials
Puedes considerarte zillennial si tu primera Game Boy fue la DS y no uno de los armatostes pioneros de Nintendo, en blanco y negro, cosa más propia de los millennials.
Te emocionaste con Harry Potter. Creciste a medida que salían los diferentes libros de la saga. Los millennials que nacieron pegados a tu año (1993, 1994, 1995, 1996, 1997) entienden esa sensación maravillosa, porque a ellos esa saga también les cambió un poco la vida. En tu educación sentimental básica también están Hannah Montana o ‘Los juegos del hambre’.
El 11S te pilló en plena infancia. Aún eras demasiado joven para entender lo que estaba pasando; los millennials ya eran adolescentes en la fatídica fecha y pudieron comprender un poco mejor de dónde venía todo ese humo).
Ya no viviste la experiencia de rebobinar una casette y pulsar el play en el walkman, sino directamente el MP3 cargado hasta los topes de música que te habías descargado de un torrent. Lo mismo ocurrirá con tu móvil: el primero que llegó a tus manos sería en color, aún sin pantalla táctil. A diferencia de la generación Z, que ya conoció modelos de móvil muy avanzados, tú te quedaste a medio camino, cuando la revolución aún estaba por empezar.
La mitad de tu vida no tuviste redes sociales, así que no eres como los zetas, que nacieron con ellas enganchadas a la vena.
Te costó un poco pasar de Facebook a Instagram. No te escondas.
Viviste el ocaso de los videoclubs y todavía recuerdas cómo era el tacto de una cinta de video y el gusto que daba rebobinarla. Myspace llegó tarde para ti.
¿Fotolog? Dame dos tazas, gracias.
Creciste con Green Day, Abril Lavigne, Melendi, El canto del loco y todos esos grupos que ahora negarías haber escuchado delante de un juez.
Odias llamar por teléfono y antes de hacerlo preferirías dar a tu primer hijo en sacrificio.
TikTok te parece la primera señal del Apocalipsis. Vendrán más.
No amas ‘Friends’ tanto como los millennials, para nada; de hecho, fuiste de los que empezaron a criticar los aspectos de la serie que peor han envejecido. Eso sí, los zetas te tomaron la delantera y la destrozaron con buenos argumentos.
Has vivido con y sin Internet, así que conoces ambas formas de estar en el mundo. De acuerdo, estar conectado es fundamental en tu vida, pero a veces te sientes con la fuerza suficiente para poner límites y conseguir que el parpadeo permanente frente a la pantalla no interfiera en tu vida personal, y hasta consigues desengancharte.
Todavía utilizas xD, y lo seguirías haciendo aunque intentaran arrancarte el móvil de tus fríos dedos.