Tenía 16 años cuando subió dos canciones que había compuesto a la recién nacida plataforma Youtube para compartirlas con su familia. Rápidamente se hicieron populares y él se convirtió en la primera persona en rentabilizar su éxito en internet en Estados Unidos. Casi quince años después, Bo Burnham estrena en Netflix su segundo especial de comedia, que lleva por título 'Indise' (Dentro), una recopilación de canciones que continúan el estilo de sus dos primeros éxitos y sketches en los que utiliza su particular forma de hacer comedia para reflexionar sobre una crisis existencial personal y generacional e intensificada por la pandemia de coronavirus.
Las críticas de 'Inside' ponen al cómico por las nubes, que ha compuesto una gran obra maestra de la comedia con tan solo 30 años. Y no es para menos, pues es un ejercicio de reflexión, encierro, creatividad, decadencia y exposición extremo. Además, el programa ha sido creado, escrito, dirigido e interpretado por él mismo, encerrado en su casa de invitados en su vivienda de Los Ángeles durante los meses más complicados de la pandemia de coronavirus. Una situación difícil pero también una oportunidad excelente para todas aquellas personas que están más tranquilas solas en su casa y sin compromisos sociales.
Mientras unos nos volvíamos locos a hacer pan, almacenar papel higiénico, apuntarnos a todos los directos de Patry Jordán para ponernos fit o a tomar copazos con los amigos a través de Zoom, la mente brillante de Bo Burnham concibió un programa para Netflix en el que dejar constancia de su tránsito por el 2020.
Un año que debió de ser realmente importante para él, primero, porque planeaba la vuelta a los escenarios después de cinco años retirado tras sufrir varios ataques de pánico, y, segundo, porque su vida, como la del resto del mundo, cambió de la noche a la mañana por la expansión del SARS-CoV-2.
Ante la recomendación de confinarse para tratar de controlar la expansión del coronavirus, que estaba matando a cientos de personas a diario en Estados Unidos en aquellas primeras semanas, Bo Burnham no solo se encerró en su casa, sino que decidió experimentar creativamente a través de esta vivencia tan particular. Comenzó sin saber cuándo terminaría, sin prever que cumpliría sus 30 años en estas circunstancias o hacia dónde le llevaría su trabajo artístico. Este ha concluido siendo un programa entretenido, conmovedor, genial, desgarrador y, sobre todo, muy honesto y muy íntimo.
Parece que, algunas de las grandes estrellas de internet, después de años mostrándose al resto del planeta de la manera más guay posible, ahora tienden a contar la verdad detrás de esa sobreexposición: presión social, problemas de salud mental, e inseguridad creativa.
Bo Burnham es ese chaval de 16 años que se convirtió en el primer youtuber (cuando ese término no existía) o estrella salida de internet que, gracias a sus creaciones musicales calificadas por él mismo como "comedia musical pubescente" fichó por Comedy Central Records a los 18 años.
Bo Burnham es también el protagonista de dos especiales de comedia para Netlix, 'Make Happy', de 2016 e 'Inside', de 2021. Además, es el director de la película 'Eighth Grade', y co-creador y protagonista de la serie 'Zach Stone Is Gonna Be Famous'.
Si has visto 'Una joven prometedora', también sabrás que Bo Burnham interpreta a uno de los personajes principales de esta controvertida película que ofrece una visión muy particular sobre la cultura de la violación en nuestra sociedad y fue ganadora de un Premio Oscar a Mejor guion original.
Pero, también, Bo Burham es ese chico que mira a cámara y dice que ha fantaseado con ideas suicidas de meterse un tiro entre ceja y ceja. Un joven que ha tenido que enfrentarse durante años a los haters, que se reían de él por ser demasiado alto, por su aspecto o su trabajo. Un cómico que se ha replanteado el sentido de la comedia en tiempos de pandemia y un hombre blanco heterosexual que se cuestiona así mismo en el marco de los movimientos sociales actuales.
Además, Bo Burnham ha sido capaz de crear un show en el que expresar no solo sus sentimientos de soledad, desesperanza, miedo, incertidumbre, rechazo al corporativismo y al neoliberalismo más brutal, sino los de toda una generación por la que él se sacrifica.
A través de su propia experiencia cercana a la depresión purga nuestros pecados digitales con divertidas canciones y sketches con un trasfondo oscuro. Con la diferencia de que, en este especial de comedia, tras la muerte, o el sacrificio, no hay resurrección. Solo el mismo miedo de antes que, de repente, ya resulta incluso cómodo, porque, después de tanto tiempo, lo hemos convertido en nuestra zona de confort.