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Harry Potter vive, la magia sigue: tatuajes ambientados en el universo del joven hechicero

  • Los tatuajes son una forma de expresión; se estima que el 25% de los jóvenes entre 28 y 29 años tienen al menos uno.

  • Para los fans de la magia, hacemos un recorrido por algunos tatuajes ambientados en el universo de Harry Potter.

¿Son los tatuajes una forma de expresar identidad? ¿Un fenómeno cultural? Quizás tengan un poquito de ambas. Según estudios recientes, uno de cada cuatro jóvenes españoles entre los 18 y los 29 años tiene al menos un tatuaje. Hay quien impone la tinta en su cuerpo para sentirse conectado al diseño u a otra persona, quien lo hace por el valor estético del tatuaje… lo cierto es que, independientemente del motivo, es una decisión importante que conviene pensarse dos veces.

Porque, aunque las técnicas han avanzado y ahora es más fácil retirar un tatuaje que hace treinta años, la verdad es que borrar un diseño de la piel no es ni barato ni indoloro. Por eso, conviene pensárselo dos veces antes de tatuarnos. Además, en cualquier caso, arrepentirse de un tatuaje supone cierto malestar psicológico que, si no estamos muy seguros, podemos ahorrarnos a priori.

Los motivos que pueden llevarnos a visitar a un tatuador se suelen acotar en dos grandes grupos: bien por haber superado una crisis, bien porque son una muestra de nuestra identidad. En este último punto hay de todo, desde el grupo de su adolescencia hasta la saga que determinó su personalidad durante diez años. En el caso de los millennials y los Z, esta saga suele ser Harry Potter.

¿Quién no ha soñado alguna vez con su carta de aceptación en Hogwarts? Con once años, prácticamente todo el mundo. Ahora bien, para los verdaderos devotos, la magia nunca muere. Los conjuros y el universo de Harry Potter están en su imaginario y, con el paso de los años, algunos deciden traspasarlos a la piel. La cuenta de Instagram @hptattoos recoge algunos de los más llamativos.

La mandrágora

¿Recuerdas la mandrágora de Harry Potter? Aunque la planta existe realmente, sus propiedades medicinales han sido objeto de tantas leyendas que J. K. Roeling decidió integrarlas en su famosa saga. En los libros, el estudio de estas plantas es parte del curso de Herbología del segundo año; sus poderes ayudan a despetrificar a todos los alumnos que habían sufrido el ataque del basilisco de la Cámara secreta.

En su honor, Thea se tatuó una mandrágora adulta en el brazo.

Las enseñanzas de Dumbledore

Al final del primer libro de la saga, ‘La piedra filosofal’, y después de sufrir su primer encontronazo consciente con Lord Voldemort, Harry acaba en la enfermería de Hogwarts. Allí recibe la visita del director del colegio, quien le lanza una de sus crípticas enseñanzas: “No conviene deleitarse con sueños, Harry, y olvidarse de vivir”. Dumbledore le pedía a su estudiante predilecto que olvidase aquello que ya no podía cambiar, en este caso la muerte de sus padres, e hiciese un luto que le permitiese seguir adelante.

La frase se convirtió en una de las favoritas de los seguidores de la saga. La usuaria Kelsey Maddams, por ejemplo, se la tatuó en el costado.

El andén nueve y tres cuartos

Cada año, el primer día de septiembre, los estudiantes de Hogwarts se reúnen en la londinense estación de King’s Cross para coger el tren que les lleve a la escuela de magia. El andén en el que deben encontrarse es el 9 ¾, escondido mágicamente entre los andenes nueve y diez de la estación. Tal es la popularidad del espacio en la estación, que se encuentra en el noroeste de la capital inglesa, que su jefe decidió colocar un carro en mitad de dicho muro. Ahora, es una atracción turística donde cualquiera puede hacerse una foto.

Tal es la importancia de este andén que el diseñador @agustinpop se lo tatuó hace unos años.

Las Reliquias de la muerte

Uno de los símbolos más reconocibles del universo Harry Potter, y también uno de los favoritos de los fans, es el de las Reliquias de la muerte. La imagen, un triángulo que integra una línea vertical y un círculo, representa los tres objetos mágicos más poderosos del mundo. La leyenda cuenta que la Muerte se los concedió a tres hermanos medievales, los Peverell, de los cuales desciende el propio Harry. El joven mago, de hecho, cuenta con uno de los objetos desde el principio de su aventura, la Capa de invisibilidad; los otros dos son la Piedra de resurrección y la Varita de sauco, que también consigue a lo largo del último libro de la saga. Gracias a ellos, consigue vencer a Voldemort.