Que la regla es un aburrimiento ya nos la sabemos, pero que los productos con los que paliamos sus efectos son contaminantes y caros como pocos, no lo tenemos tan claro. Que si tampones, que si compresas, que si los salvaslips… todos esos productos, una costumbre heredada de nuestras madres, son desechables y muy poco económicos, además de nocivos para nuestro cuerpo.
Por suerte, cada vez hay más alternativas sostenibles. A la copa menstrual, de cuya popularidad ya no duda nadie, le siguen las compresas reutilizables y, en menor medida, también los salvaslips. En Yasss te lo contamos todo sobre ellos.
No sustituyen a tampones ni a compresas o copas y, de hecho, están pensados precisamente para esos días del ciclo en los que no sangras. Entonces, ¿cuál es su utilidad? Pues la idea es que los pongas a prueba con el flujo vaginal, que tanto varía en textura y cantidad dependiendo del momento del ciclo en el que estemos.
Estos salvaslips se crearon para absorben el flujo, como una especie de barrera entre la ropa interior y los genitales. Son un producto que pretende ser de uso diario, aunque cada cual le da la utilidad que necesita: muchas personas los usan como complemento al tampón, para que el salvaslip recoja la sangre que pueda salir.
En definitiva, se trata de un producto seguro, compuesto de varias capas, que promete comodidad en esos días en los que no es necesaria una compresa. En la parte superior llevan unas fibras sintéticas que absorben el flujo y la humedad, y en la inferior un adhesivo que permite pegarlo en la ropa interior. Y aquí es donde entran los salvaslips reutilizables que, dando el mismo uso que los de usar y tirar, son mucho más ecológicos, bonitos y económicos.
El mecanismo es el mismo: durante los días del ciclo menstrual en los que produces flujo, pero no sangre, usas estos salvaslips para frenarlo en el camino hacia tu ropa interior. La principal diferencia es que, al contrario que los salvaslips convencionales de las grandes marcas (que no son reciclables, están hechos en gran medida de plásticos y acaban sabe dios dónde), los reutilizables están hechos con telas ecológicas.
Las compresas de tela están disponibles en tres tamaños: las de noche, más grandes, las de día y los salvaslip. Como los anteriores, estos últimos están confeccionados con algodón ecológico y una capa superior de un material textil impermeable, y se ajustan un doble clip. Están pensados para la protección diaria, para las pequeñas perdidas y para los primeros y últimos días de menstruación, como explican en Esturirafi, la tienda sostenible gallega de productos ‘zero waste’.
En el caso de los de esta marca, los salvaslips están formados por cuatro capas: la que está en contacto con la piel, de algodón orgánico, la absorbente, que va justo debajo, la impermeable y la que está en contacto con la braguita, que vuelve a ser de algodón orgánico y que se ajusta a la braguita con un clip.
Su limpieza no tiene ningún misterio. Basta con enjuagar el salvaslip debajo del grifo con agua fría, para evitar que la sangre se fije al tejido, y lavarla a no más de 40ºC, para que los tejidos no se estropeen. Lo mejor es no usar suavizantes en el proceso, ya que reducen su eficacia, y evitar también las lejías y los productos agresivos. Si no sale la mancha de sangre y queremos quitarla, lo mejor es optar por agua oxígenada y frotar, aunque no se puede utilizar este método de manera sistemática sin acabar cargándonos el estampado o el tejido del salvaslip.
¿Cuántos salvaslips puedes comprar? Pues, para empezar, quizás lo mejor sea optar por un número a la baja que te permita, sin embargo, contar siempre con uno limpio. Dos quizás no sean suficientes, y seis seguramente sean demasiados para una primera compra. En cualquier caso, si pruebas este método comprobarás que son telas muy absorbentes, cómodas y fáciles de lavar y que, además, no se notan para nada.
No solo eso: son bastante económicas. Piensa que el paquete de salvaslips, que dura alrededor de un mes, cuesta alrededor de un euro y medio. Si lo multiplicas por 5 años, te habrás gastado unos 90 euros solamente en salvaslips. Sin embargo, los reutilizables, que duran alrededor de 5 años sin demasiado esfuerzo (con muchos cuidados pueden llegar a durar hasta 10 años) cuestan unos 8 o 9 euros: si compras cinco, gastarás la mitad que comprando los de supermercado.
Y si al final no te convencen, siempre puedes optar por los salvaslips naturales y veganos, una alternativa sin cloro ni perfumes ni plásticos, hecha con materiales naturales y más parecida a los salvaslips 'comerciales'. Aunque estos también son de usar y tirar, más del 90% de su composición es biodegradable.