No se puede negar que Instagram partió el corazón a muchos cuando decidió poner en marcha su función de 'Mejores Amigos'. El drama de entrar dentro de la lista de favoritos no se quedaba ya solo en las puertas del instituto cuando solo unos pocos privilegiados eran elegidos para enterarse de todos los secretos del resto. Instagram copiaba esa vieja fórmula y dejaba así un poco de lado en algunos salseos a aquellos usuarios que digamos tenían un papel un poco más secundario.
Se puede resumir como que la puerta al conocer se cerraba un poco para el amigo que sí está ahí, que sale de fiesta contigo, te felicita el cumpleaños y da 'me gusta' a tus publicaciones, pero que no sabe cómo de lamentable ha sido tu última cita o las veces al día que has ido al baño (con detalles). Siempre hubo clases y la lista de amigos de Instagram venía para confirmárnoslo y de paso para censurar stories a todo aquel que no estuviese en el club de los privilegiados.
Ante esto, unos se han llevado un chasco porque saben que no pueden ver todo si no están entre los elegidos, mientras que otros han decidido sacarle mejor partido a esto.
Este sería el caso de la nueva forma que tienen los instagramers de ganarse un dinerillo extra. Comparten trucos, consejos, rutinas, pero cuando llega el momento de los mejores salseos, ellos se los reservan para su público más reducido y que ha pagado previamente para eso. Una idea bastante visionaria que busca exprimir más la caja registradora que tienen los influencers en Instagram con las marcas y el número de sus seguidores.
Una de ellas es Gabi Abrao, más conocida como @sighswoon en Instagram, que ha reclutado a cientos de personas que pagan algo más de 3 dólares mensuales para poder ver sus historias más íntimas, según señala The Atlantic. El mismo ejemplo lo tenemos con artistas y cantantes que enseñan a su público más fiel previo pago cómo van sus creaciones.
Que nos parece mal que pongan un precio... pues sinceramente amigos, no es como para escandalizarse. De toda la vida los famosos han vendido exclusivas en las revistas contando su vida y nosotros hemos ido al kiosco del barrio a comprarlas para enterarnos. Eso no es nada moderno y coincide bastante con lo que los influencers ahora están haciendo. Ellos cobran una cuota mensual para quien quiera estar en la 'lista de mejores amigos' y así tienen acceso sin restricciones a todos los contenidos exclusivos.
Otra cosa es lo que nos parezca el hecho de vender la intimidad en Instagram (que eso siempre se ha hecho y se puede compartir o no y siempre es respetable) junto al hecho de ponerle un precio entre los seguidores que pueda restar naturalidad a lo que hasta ahora estábamos viendo en determinados perfiles.
Que el dinero es muy goloso, eso es incuestionable y que por él se puede perder el norte, también. De ahí que este método de pago para que los 'best friends' puedan acceder sin límites ni restricciones a todas las publicaciones, no esté del todo bien visto, aunque el fondo de todo sea lo que se ha terminado haciendo siempre. Quieres una exclusiva, pues la pagas. Así de sencillo, pero el principal miedo está en que las redes pierdan su esencia natural y que todo lo que se publique a partir de ahora vaya dirigido con la idea de hacer siempre caja.