Si miras Instagram más de tres veces al día ya estás en su juego. Y el juego de Instagram es el juego del postureo. Es decir, el de falsear la realidad a mi antojo sin que se note. ¿Es esto una cosa mala? No. Instagram solo reproduce conductas que ya habíamos usado antes. ¿Es que nunca has postureado en tu curriculum, poniendo que tienes nivel alto de inglés cuando solo sabes decir "Hello, my name is Pepe"? Pues ya está.
Lo que pasa es que, cuando el postureo ya está tan metido en nuestras vidas, nos cuesta muchísimo diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira, hasta el punto de llevarnos verdaderos disgustos cuando descubrimos que
Esto es lo que le ha ocurrido a la periodista búlgara Polina Marinova. Se enteró de que las míticas fotos de las Puertas del Cielo de Bali eran falsas, y que el pasaje allí era completamente diferente. ¿Que por qué pensaba que el tempo Pura Lempuyang era diferente? Por estas fotos que había visto en Instagram:
En la foto podemos ver esas puertas que tienen un nombre muy bien puesto porque parece que te llevan directamente al cielo. Además, nos da la sensación de que en la superficie del templo hay agua, de ahí el reflejo perfecto que queda tan bien en Instagram.
"Esta es la prueba de que los influencers lo han arruinado todo. Mis sueños y esperanzas se rompieron en mil pedazos al descubrir que el agua bajo las Puertas del Cielo es solamente un trozo de cristal bajo un iPhone"
¡Truco al descubierto! Vale, es una bajona descubrir que te han mentido. Algo se te rompe por dentro y te dice "qué tonta fuiste". Pero, reconozcámoslo, ¡es un truco muy bueno! Es un fotón igualmente. La idea fue de la gente local, que se ofrece a hacerle esa foto que tanto le gusta a los turistas a cambio de un poco de dinero. Y es que, en tiempos de sobreturismo y de gente en todas partes destruyendo playas, paisajes naturales y monumentos históricos, qué menos que sacarse un sobresueldo, ¿no crees?
Si navegas un poco por el hashtag #heavengates y la localización de Instagram Lempuyang Temple podrás ver fotografías de otros usuarios que no quisieron sacarse la famosa foto o que decidieron mostrar al mundo la verdad.
El cielo es realmente un volcán y el agua es realmente suelo empedrado. ¿Decepcionado? Bueno, hay que reconocer que el sitio sigue siendo bastante impresionante.
Verne contactó con Alejandro Viato, de una empresa de turismo especializada en Bali, y así fue como él explicaba este fenómeno: "He vivido en Indonesia y no conocía el sitio. No era de los más populares hasta hace dos años, cuando el efecto Instagram lo ha convertido en un destino tremendamente popular. Hay gente que viene a la agencia con una de estas fotos en la mano pidiendo que les llevemos allí",