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Tus publicaciones de Instagram no son tan privadas como crees: así llegan a ellas los que no te siguen

  • Con copiar la URL de origen pueden llegar a nuestros datos gente que no nos sigue

  • La técnica del stalkeo se vuelve contra nosotros

Las fotos y vídeos que publicamos en Instagram y Facebook no están tan seguras como nos hemos pensado. Da lo mismo si tu perfil es público o privado porque el último truco casero para desmontar nuestra intimidad es apto para todos. Basta con unos pocos clics, unas nociones básicas de HTML y, por supuesto, estar conectado a Internet para que la última foto de tú y tus piernas al sol o de esa última comilona sean ya de dominio público.

Sin ser hackers ni nada de eso, hemos puesto en la pista a BuzzFeed’s Teech + News Working Group para que a través de un sencillísimo truco del que ahora se hacen eco, seamos conocedores de este importante agujero en nuestra intimidad. No es que sea nada nuevo porque Instagram se inventó para stalkear y eso lo sabe todo el mundo, pero de la misma forma en que nosotros lo hacemos y mandamos una captura con algún salseo a nuestros contactos, casi esa misma fórmula se puede emplear para llegar a nuestras fotos, stories y vídeos por personas a las que no les hemos dado llave de acceso.

¿Cómo? Pues no se ha tenido que desencriptar un código, ni descifrar nada matemático, ni hacer un mortal en arco. Nada parecido. Solo se han seguido los pasos del usuario medio y… ¡boom! Fotos y vídeos circulando por ahí sin darnos cuenta. La clave de todo está en copiar la URL de origen de estos archivos. Esto es la puerta de entrada para todos. La que no tiene filtro y deja pasar a los que tienen nuestro permiso y también a los desconocidos. Si un amigo o seguidor toma el enlace, este puede usarlo para compartir ese contenido con no amigos y no seguidores.

Estas URL originarias nos dan datos bastante jugosos sobre la foto o vídeo que enlazan desde nuestros perfiles. Detalles tales como las dimensiones de la foto o cómo estas se han cargado son fáciles de saber, aunque tú te hayas preocupado por poner la barrera de privado ante todo, pero como los datos están alojados en la propia red de entrega del contenido de Facebook e Instagram, esto hace que te afecte igualmente. En otras palabras, da lo mismo que tu perfil sea privado porque a él se puede acceder.

Y da lo mismo que el contenido se haya eliminado como puede ser el caso de una foto o de los stories de Instagram que caducan a las 24 horas porque el truco de copiar esta URL para poder enviarla después, se basa en que los elementos permanecen 'vivos' por más tiempo, al estar alojados en la propia red y no se resuelve con el socorrido botón de 'delete'.

Esto nos ha dejado realmente preocupados, además de poner en entredicho las promesas de privacidad en las que hemos intentado creer de Mark Zuckerberg tras sus escándalos y percances con los datos. Podemos creer que nos la están colando una vez más o que lo del perfil público y privado sigue teniendo lagunas. Lo cierto es que si tras poner expresamente que una información es privada se puede acceder tan fácilmente a ella, tal vez nos tengan que contar ahora otro nuevo cuento para volver a creer en él.