La pandemia de COVID-19 nos ha puesto en una situación sin precedentes. Desde que el pasado mes de marzo se decretase el estado de alarma y se nos impusiera la cuarentena, el día a día ha cambiado. Una situación excepcional que también ha generado respuestas excepcionales: de manera espontánea, muchas personas se han organizado para lanzar iniciativas solidarias con las que tratan de hacer más llevadero este confinamiento.

Los portales se han llenado de carteles en los que los más jóvenes se ofrecen a hacer la compra de sus vecinos, muchos profesores ofrecen clases particulares para aquellos alumnos que necesiten clases de refuerzo y varios psicólogos ponen sus servicios en manos de quienes los necesiten. También las ONGs han aumentado su actividad para atender más peticiones.

El caso es que las iniciativas solidarias se cuentan por miles. En Yasss hemos reunido algunas propuestas, tanto de particulares como de organizaciones, por si queréis colaborar. Son solo una ínfima parte del total, que no deja de crecer.

'Coronavirus Makers' es una red ciudadana que fabrica viseras protectoras, gafas, cascos, respiradores y otros artilugios para el personal sanitario con impresoras 3D que tienen en casa y las hace llegar a los hospitales. En cuestión de dos semanas, este grupo de colaboradores anónimos ha elaborado más de 340.000 equipos de protección.

Su sistema organizativo no tiene nada que envidiar al de grandes empresas. La iniciativa surgió el 13 de marzo, cuando la directora del Instituto Tecnológico de Aragón, la ingeniera Esther Borao, publicó en su cuenta de Twitter la posibilidad de fabricar material de protección personal en impresoras 3D. En cuestión de 24 horas, ya se habían apuntado más de 2.000 personas.

Ahora trabajan con mensajes, cursos y prototipos que se comparten entre países, para que lleguen a todo aquel que lo necesite. Pero el grupo no solo se nutre de ingenieros: también cuentan con abogados para resolver los asuntos legales, con periodistas que ayudan a redactar las notas de prensa o con transportistas que llevan las herramientas hasta los hospitales. Si crees que puedes ayudar, contacta con ellos.

Ya son muchos los ayuntamientos de pueblos y distritos, así como las organizaciones, que han puesto en marcha redes de compra y distribución con las que llevan la compra a personas de grupos en riesgo. Estos días, por ejemplo, se hizo viral el caso del cantante Huecco, que había reconvertido su furgoneta de las giras en un vehículo destinado a repartir por Madrid productos no perecederos entre los ancianos que estén solos en casa y los necesiten.

Otra de las iniciativas surgidas durante la pandemia es el envío de cartas a enfermos de COVID-19 ingresados en los hospitales o aislados en residencias de ancianos. Gracias a la labor y coordinación de los trabajadores de estos centros y algunas asociaciones espontáneas, quien quiera puede escribir una carta de apoyo anónima, que los voluntarios harán llegar a alguien particularmente afectado por la soledad del confinamiento.

Muchos profesionales sanitarios, como médicos, enfermeros o fisioterapeutas, ofrecen en redes sociales resolver consultas leves a quien lo necesite, para no saturar los centros de atención primaria ni sus teléfonos. Muchos de ellos están ya jubilados, pero ponen sus conocimientos al servicio de quien pueda necesitarlos en estos días difíciles.

Muchos preparadores físicos ofrecen cursos y ejercicios de mantenimiento en casa con los que no perder la forma y mejorar nuestra salud mental. A falta de gimnasio con clases colectivas, podrás sumarte a los directos de Instagram de influencers que, a diario, comparten sus entrenamientos con quien quiera seguirlos.

Y si nuestro problema es que no sabemos ‘qué hacer con nuestro tiempo’, hay decenas de webs y plataformas de formación que ofrecen cursos gratuitos para todos los públicos. Podremos mejorar nuestras competencias en idiomas, marketing, programación o fotografía digital, entre otras alternativas.

Aunque la hostelería ha tenido que cerrar, muchos negocios y profesionales han generado algunos proyectos con los que ayudar a quienes puedan necesitarlo. Algunos chefs de renombre como Dani García, Javi Estévez o Andoni Luis Aduriz, entre otros, preparan tutoriales con recetas sencillas para que podamos reproducirlas en casa. Otros restaurantes, como el del chef José Andrés en Washington, han convertido sus cocinas en comunitarias, para preparar almuerzos.

E incluso algunos reposteros españoles, que tenían todo preparado para sacar adelante los dulces típicos de Semana Santa, van a prepararlos para repartirlos en las casas y hospitales, para levantar el ánimo estas vacaciones.

La app ‘¿Tienes Sal?’ nació de la frustración de una española que vive en Liverpool y que, desde la distancia, quería ayudar a los madrileños confinados. Sara Ramiro ideó una app, que ya tiene cientos de miles de usuarios registrados, y que funciona como una red social por barrios, en la que los vecinos pueden hacerse recomendaciones y ofrecerse para hacer determinadas tareas, como sacar a los perros de aquellos que pertenecen a un grupo de riesgo o cuidar a los hijos de trabajadores que no pueden realizar su actividad telemáticamente. ¡Seguro que hay algo que puedas hacer!