El cactus es una de las plantas que se han puesto más de moda como decoración en nuestras casas y oficinas en los últimos años. Esto es debido a que son un tipo de planta que no precisa de laboriosos cuidados y se dice que absorbe la radioactividad que producen algunos aparatos electrónicos, como el ordenador. RT si alguna vez te habrás comprado un cactus pensando que puedes pasar de él y al tiempo lo has encontrado mustio o seco.
Existen muchos tipos de cactus. Es una planta que tiene una gran diversidad de variedades. Cuando pensamos en un cactus lo primero que se nos viene a la mente es la imagen de un cactus grande, en mitad de un desierto, con sus pinchos alrededor, pero la familia de los cactus es muy extensa, por ejemplo, la planta conocida como árbol del dinero –la crassula ovata– es un tipo de cactus.
Para que nuestro cactus siga adelante y prospere, debemos tener en cuenta unas cuantas variables importantes y necesarias. Lo primero es buscar información sobre el tipo de cactus que más nos guste, aunque, más o menos los cuidados sean igual, algunos de ellos necesitan ciertas atenciones especiales. Un indicador del tipo de cuidados que necesita un cactus son sus espinas. Estos pinchitos que tienen los cactus sirven para almacenar el agua e ir distribuyéndola por la planta.
Los cactus son plantas que naturalmente pertenecen a climas poco húmedos, más bien secos y áridos. Por lo que no necesitaremos estar muy pendientes de regarlos constantemente. Los cactus, en invierno, es recomendable regarlos con muy poca frecuencia y solo cuando sea necesario, mientras que en las estaciones más calurosas hay que ir aumentando progresivamente la frecuencia del riego hasta cada diez días aproximadamente, cuando este empezando la primavera y las plantas empiezan a brotar. Y durante los meses más cálidos, el riego más recomendado para el cactus es cada cinco o seis días. Los cactus menos espinosos habrá que regarlos más asiduamente porque no retienen tanto el agua y necesitan más riego, tanto en invierno como en verano.
La temperatura del ambiente será crucial para la supervivencia del cactus. Los cactus no soportan temperaturas por debajo de los 8ºC, ni pueden permanecer en habitaciones que en invierno que superen los 21 o 22ºC. Esto les puede provocar una interrupción es su ciclo anual y corremos un alto riesgo de que se marchiten. En los meses de más calor, lo mejor es que estén en el exterior y que les de mucha luz, aunque, como con el riego, los que tienen espinas soportan mucho mejor la exposición de la luz del sol directa que los que no cuentan con ellas. Algunos de ellos, sobreviven mucho mejor en zonas con muy poca exposición de luz, en zonas preferiblemente sombrías.
Una buena elección de la maceta y de la tierra en la esté plantado el cactus serán otros dos condicionantes que tendrán mucho que ver con que el cactus siga adelante o no. La maceta la tenemos que seleccionar según el tamaño que alcanza el cactus. Las raíces en la maceta deben tener, al menos, unos tres o cuatro centímetros desde el fin de la raíz de la planta colocada en el centro de la maceta hasta las paredes de esta. Existe una tierra que es especial para cactus, pero se puede utilizar un sustrato universal que sea de buena calidad. Es bueno añadir piedrecitas entre la tierra en la que vayamos a plantar el cactus, y no está de más dejar cantos o piedras en la superficie de la tierra para que le aporte un poco más de sequedad, pero que a la vez ayude a drenar bien el agua del riego y guardar un poco de humedad para que la planta siempre cuente con su aporte de agua necesaria en caso de necesidad.
A la hora de regar un cactus, lo mejor es sumergirle enteramente en un cubo de agua, sin que las hojas lleguen a estar sumergidas, el contacto con el agua podría dañar las hojas y producir ese efecto amarillento en ellas, sobre todo si después siguen expuestas a la luz del sol. Esta mala practica podría, incluso, interrumpir su crecimiento. Hay que dejarlas durante un tiempo dentro del agua para que puedan absorber el agua suficiente, unos tres minutos como máximo, sacarlas y volver a colocarlas en su sitio, que será el que ya previamente hemos elegido para que se den todas las condiciones de luz necesarias dependiendo del tipo de cactus. Y no hará falta volver a regarlo hasta que no observamos que la tierra está de nuevo muy seca.
Siguiendo adecuadamente todos estos consejos, seguro que, si estás pensando en poner un cactus en casa o una variedad de distintos cactus, que quedan muy bonitos, vivirán contigo durante muchos años, y seguirán creciendo. Algunos tipos de cactus hasta dan unas flores muy bonitas y exóticas durante el final de la primera y el principio del verano. Estas flores, en la mayoría de los cactus sirven para reproducir la planta, cortándolas y sembrándolas en una nueva maceta para que crezca una nueva planta. Estos cactus son la planta ideal para regalar, porque puedes tener un bonito detalle con tus seres queridos, entregándoles una nueva planta de cactus que tú mismo has creado. ¿Se os ocurre algún regalo mejor?