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Viajar gratis y de manera sostenible es posible: 'WWOOF', una forma distinta de entender el turismo

  • El 'wwoofing' es una práctica con miles de adeptos y más de cuarenta años de historia

  • Un sistema ecológico para hacer turismo gratis, ¿qué más se puede pedir?

Hay una forma de viajar por el mundo con la que no tendrás que gastarte un duro, mientras generas un impacto positivo en los sitios que visitas. Sí, de verdad: puedes moverte por Francia, Irlanda o Paraguay sin pagar un solo euro por el alojamiento y la estancia. Ahora bien, eso no significa que no tengas que hacer nada, porque ahí está el truco: tú trabajas en los espacios donde te alojas y, a cambio, tus anfitriones ofrecen su techo, colchón y un plato caliente a la hora de la comida.

Más que una manera barata de viajar se trata de una filosofía de vida, un movimiento que lleva casi medio siglo sumando adeptos. Se cree que la idea nació en Londres, en la cabeza de una mujer que trabajaba como secretaria y que quiso mostrar a sus compañeros una manera de viajar y entender la vida menos estresante que en las grandes ciudades. Su idea era que, sin tener que pagar un pastizal, quien quisiera pudiese pasar unos días en una granja, alejado del ruido y los humos de las urbes. Desde entonces, miles de personas han disfrutado de esta forma de viajar, que se conoce como ‘wwoofing’. En Yasss te lo contamos todo sobre ella.

“Ni idea de plantar tomates”

Quédate con el nombre de la organización: World Wide Opportunities on Organic Farms (WWOOF). Bajo este nombre se organiza este sistema de voluntariado internacional, con grupos en cantidad de países, desde donde se impulsa este modelo de vida saludable y turismo ecológico.

La madre de los ‘wwoofers’ es Sue Coppard, que a principios de los 70 comenzó a organizar escapadas a granjas orgánicas para sus amigos, que vivían estresadísimos por el ritmo de vida londinense. Además, aprovechaba para enseñarles cómo era la vida en las afueras. El movimiento se fue haciendo cada vez más popular, ampliando territorios y traspasando fronteras, hasta que en el 2.000 se celebró la primera conferencia de WWOOF, a la que acudieron voluntarios de todo el mundo. Fue allí cuando se fundó la red de organizadores, aún hoy vigente.

La oportunidad está ahí: conoces a gente nueva de forma económica, colaboras en los espacios a los que llegas y, además, aprendes idiomas. En WWOOF encontrarás de todo, desde jardines pequeños que necesitan mantenimiento hasta grandes granjas, y dependiendo de dónde vayas, tus tareas serán unas u otras: recolectar fruta, cuidar de animales o fabricar productos artesanales.

¿Cuánto te queda para el turismo?

La parte buena es que no necesitas tener nociones de nada para participar en este proyecto, que pretende fomentar un turismo más sostenible desde las ciudades. Ahora bien, no todos los proyectos implican lo mismo. Antes de tomar una decisión, comprueba dónde te estás metiendo, el número de horas en las que vas a trabajar (explotaciones las justas) y las condiciones del alojamiento. Y ya sabes, si al final no se corresponde con el plan para el que te comprometiste, es tan sencillo como pirarte, que al final nadie te está pagando.

Para apuntarte, tienes que inscribirte en la organización WWOOF de tu país, cuya cuota tiene un coste de entre 20 y 40 euros. A cambio, ellos te mandan una agenda con la relación de anfitriones que buscan 'wwoofers' para sus granjas. El resto es cosa tuya: tienes que contactarles por teléfono o mail y preguntar todas las dudas que tengas, sin miedo. Lo mejor es preparar esto con tiempo, para que no te pille el toro y tengas que conformarte con lo único que esté disponible.

¿Y cómo contactas con la organización? Puedes hacerlo desde su página web, wwoof.net, desde donde te derivarán a la organización de tu país, o por las páginas de Facebook, donde algunos granjeros publican sus ofertas (aunque no es lo típico, porque la idea es que pagues la cuota para poder mantener WWOOF) y podrás leer los testimonios de wwoofers experimentados, con los que podrás contactar para preguntarles por sus historias personales. Seguro que conocerlas te ayuda a anima a tomar la decisión.

Aquí no acaba la cosa

Aunque WWOOF fueron los pioneros en este modelo, hoy por hoy hay muchísimas organizaciones que ponen en contacto a los dueños de granjas orgánicas con los viajeros que quieren invertir sus vacaciones en este modelo de turismo ecológico. Una de las más conocidas es workaway, una plataforma en la que también podrás encontrar otro tipo de voluntariados y cuya cuota son 25 euros para dos años.

Y si lo tuyo son los barcos, apúntate al crewing, que también va de enrolarte en un barco a cambio de trabajo. Aunque no es nada nuevo (¿qué hacían si no los marineros?), el sistema de selección de personal ha avanzado mucho y ahora se realiza casi íntegramente online. Una de las páginas más famosas para enviar tu CV es jf-recruiting.com, donde se buscan trabajadores para limpieza, espectáculos, cocina…