Seguro que alguna vez has tarareado o te has echado a bailar con alguno de estos temazos más grandes que la vida, tan conocidos que parece difícil imaginarlos en el cuerpo y la voz de otros cantantes. Bien, te equivocas, porque estas canciones megafamosas fueron originalmente pensadas para otros antes de acabar en las manos y la voz de sus artífices definitivos. Un auténtico: ¿qué hubiera pasado si…? Puedes imaginarte el resultado de esta predicción: a unos no les importó demasiado y otros quisieron arrancarse la piel a tiras cuando descubrieron el éxito fulgurante de la canción en cuestión. El equivalente a “deberías comprar bitcoins”, cuando valían diez dólares.
Te hablamos de algunas de ellas.
‘Disturbia’ fue uno de esos grandes temas pensado para el talento y la voz de la cantante norteamericana Rihanna, pero un girito en los acontecimientos hizo que el tema acabara en manos de su ex, Chris Brown. Paradojas siniestras de la vida. ¿Se quedaría también Chris con la custodia del gato y la cubertería de plata?
A la diva del pop le pasó lo mismo con otro temazo, ‘Shape of You’, que iba a ser para ella y acabó en las manos del pelirrojazo de Ed Sheeran… wait for it… más de 2900 millones de reproducciones solo en Spotify.
Como la vida y la fama están cargadas de sorpresas, un tema que iba a ser por y para Nichole Schzerzirger, líder de las Pussycat Dolls, acabó en manos de Rihanna. Otro de Britney Spears, ‘Umbrella’, también fue para su saca, y buen rédito le sacó, porque acabó ganando un Grammy. Lo que la vida te quita, la vida te lo da.
Nadie se acuerda ya del lío endemoniado que se montó cuando Justin cantó ‘Rock Your Body’, ese auténtico bulldozer musical destinado a conquistar la cima del pop y nuestras caderas. La escribieron Pharrell Williams y Chad Hugo a cuatro manos, y no la pensaron para el bueno de Justin sino para (reverencia) Michael Jackson, para que la incluyera en su disco ‘Invincible’.
El cantante no debía de tener el día fino, seguramente se bañara esa tarde en su piscina de monedas y se ocupara en cosas más urgentes, como ponerse otro pinchacito de ácido hialurónico, así que los letristas se la cedieron al ‘segundón’, Justin Timberlake, entonces un desconocido.
Un poco caprichitos, Jackson. También rechazó ‘Isla bonita’, escrita por Patrick Leonard. Madona cogió esas sobras e hizo de ellas su propia piscina de monedas.
CeeLoGreen rechazó cantar 'Happy'. Como Lady Gaga, Pharrel dijo: “Para mí”. Al fin y al cabo, la había escrito él. Éxito fulgurante. Desde entonces, ¿cuántos lexatines para calmarse habrá tomado CeeLo?
‘Telephone’ la escribió la Lady Gaga, como humilde servidora de una diva del pop más influyente que el Dios de los cristianos. De hecho, antes de dominar nuestras sinapsis musicales con mano de hierro, Stephanie Germanotta (Gaga) era letrista habitual para otros ‘grupitos menores’ de la industria (New Kids on the Block, o la propia Britney).
Britney tenía el día tonto, la rechazó, y fue Gaga la que acabó incorporándola a su repertorio y pensando: “A nadie le importará si uso mi vozarrón con esto”.
Como contrapartida, Britney hizo una gran apuesta con ‘I´m a Slave For You’ el famoso video donde baila eroticofestivamente con una boa enorme), un tema que habría sido originalmente para otro miembro del clan Jackson, Janet.
También se llevó la que es una de las cimas del pop de los primeros 2000, ‘Give Me Baby One More Time’, una canción escrita por Max Martin que originalmente hubiera ido a parar a las voces de los Backstreet Boys. La rechazaron con una excusa pueril: el tema era un poco blandito para esa imagen de navajeros de callejón oscuro y chicos duros que el grupo quería dar allá por 1999.
Es una experiencia religiosa (para mal) imaginar ‘I Don´t Wanna Miss A Thing’ en manos de Celine Dion, pero esa era la idea. Nuestras sesiones de Kiss FM insultando a la cadena por llevar veinte años poniendo las mismas canciones de los mismos grupos una y otra vez habrían sido muy diferente.