Solemos pensar en TikTok como en esa red social que devora nuestro tiempo: un minuto estamos haciendo scroll y al siguiente nos damos cuenta de que hemos pasado tres horas pulsando sobre videos de gatitos y perritos vestidos con ropita de navidad. ¿Pozo de horas? Peor: universo paralelo en el que somos comida para gatos y víctimas de lo viral.
De acuerdo, no siempre es tan horrible como parece. La red social de los retos peligrosos y los bailes para adultos infantilizados a veces esconde pepitas de oro en el turbulento río del contenido que quita las ganas de vivir. Podemos encontrar algunas cuentas útiles entre tanta mala hierba desacomplejada.
Uno de esos creadores valiosos es Andrés Millán, el creador de @lawtips, una de las cuentas sobre consejos legales más conocidas de la red social.
Desde que abrió su cuenta y empezó a conocer el éxito, Millán es conocido como ‘el abogado de TikTok’ en su cuenta oficial, y se dedica precisamente a eso: hacer sencillo lo complicado (el lenguaje jurídico, las gestiones legales y la dudas sobre cuestiones relacionadas con el derecho). Acercar la ley a personas no versadas en el marasmo legislativo no parecía un trabajo fácil, pero este compostelano lo ha conseguido con su talento para la divulgación. Le siguen millones de seres humanos de a pie que no saben entender la letra pequeña de una hipoteca o desconocen cómo funciona un juicio monitorio. 1,8 millones de seguidores en TikTok, y más de 300.000 en Instagram.
Millán se graduó en Derecho y trabaja desde hace años en un bufete especializado en blockchain y criptomonedas.
Creó @lawtips en 2020 porque quería explicar el derecho “de una manera menos teórica y más práctica, a la vez que entretenida”. No sabemos si le fue sencillo acercar a pie de tierra un lenguaje y un mundo que la mayoría suele evitar a menos que sea estrictamente necesario acercarse a él. Lo hizo con la mejor arma de las redes sociales: un lenguaje claro y cercano y un uso segmentado de la información, en píldoras breves. “Los vídeos, breves y concisos, funcionaron muy bien desde el principio”, cuenta en una entrevista.
Explicar con palabras llanas lo que suele ser un dolor de cabeza lleno de lenguaje enmarañado, cláusulas y letra pequeña tuvo su respuesta inmediata en el público. Vaya si funcionó: su cuenta es un auténtico éxito (supera los 32 millones de likes), y sus seguidores han alcanzado cifras al alcance de muy pocos creadores de contenido especializado.
Le siguen miles de personas del ámbito del derecho, abogados y jueces, pero también muchos usuarios de a pie. Su contenido le abre las puertas a toda persona interesada en conocer con mayor profundidad del derecho y sus distintas ramas, siempre con un acercamiento profano, iluminador.
Sobre lo complicado que es entender para cualquiera de nosotros el lenguaje jurídico o el derecho y cómo nos afecta, Millán se muestra escéptico en una entrevista en La voz de Galicia. “Es un gran problema que tenemos. Se supone que la ley, uno de sus requisitos y características, es que sea transparente, clara y que todo ciudadano la pueda conocer. Pero esto para nada es así”.
Afirma que en España no nos ayuda el inmenso número de leyes. “Tenemos miles. Eso implica, por un lado, todo el tiempo que te llevaría ponerte a estudiar esa ley, y además, sin tener una base de derecho, ser capaz de extraer cuál es el contenido. Es un poco a lo que me dedico yo, que ya te digo que son muchas horas que hay que echarle cada día para un vídeo de un minuto.
Su rutina semanal de trabajo la distribuye en varios días. Uno o dos los dedica a cuestiones y dudas, “curiosidades sobre el DNI, temas de derecho penal o tarjetas revolving”. Al coruñés no le falta capacidad de reinventarse en cada video y aportarle un poco de storytelling a una teoría fría y desangelada como es el derecho. “Me voy cambiando de ropa para ir interpretando diferentes personajes y me pongo toda la mañana a grabar vídeos con los guiones que hice en días anteriores. Lo que me gusta es que como soy yo solo, elijo los temas de los que me apetece hablar.”