Vivimos en un mundo que le da una gran importancia a la imagen y las redes sociales no ayudan, aunque por suerte esto es algo que cada vez se denuncia más a menudo, haciendo visibles los problemas que ello conlleva. La dismorfia corporal es solo uno de ellos, pero uno que puede llegar a causar un gran sufrimiento emocional.
Este trastorno es una enfermedad que afecta a la percepción del propio cuerpo. Quienes la padecen, tienen sentimientos de obsesivos y de angustia al pensar en su propio cuerpo, percibiendo en él defectos que les hacen sentirse avergonzados y ansiosos, tanto que en ocasiones afecta a su vida social.
Sienten la necesidad de recurrir a procedimientos cosméticos, maquillajes o cirugías, para modificar su cuerpo, que pueden producir una satisfacción temporal, pero a menudo la sensación de angustia regresa. La dismorfia corporal forma parte del espectro obsesivo-compulsivo.
Sam Smith ha sido uno de los últimos artistes en confesar que ha podido superar esta situación. No ha sido fácil, ha sido un proceso largo, pero por fin puede mostrarse tal y como es, sintiéndose segure en su piel.
A lo largo de toda su carrera musical, trató de encajar en la imagen que se suele tener de une artista pop, vistiendo con trajes de chaqueta cruzados en colores sobrios, que llegó a convertir en su seña de identidad porque le ayudaban a disimular un peso con el que no se sentía conforme; pasaba hambre antes de las sesiones de fotos.
"Cada vez que iba a la piscina, me cohibía mucho, pero me obligaba a quitarme la camiseta. Dio sus frutos porque ahora tengo todo lo contrario a la dismorfia corporal. Estoy increíble", reveló en una entrevista para ‘Sunday Times’.
Sam Smith no está sole en estas lides, otros famosos han hablado también de los problemas que han tenido con su imagen y cómo se han enfrentado a ello. Una de ellas es la actriz y modelo Megan Fox, quien sorprendió al afirmar en ‘GQ Style’ que “tengo muchas inseguridades con respecto a mi cuerpo”, dejando claro que este tipo de trastornos pueden aparecer incluso en aquellas personas que tienen un físico considerado normativo.
El actor británico Robbert Pattinson compartió en 2013 que padece este trastorno. “Supongo que es debido a mis inseguridades, ya que nunca he sido egocéntrico. No tengo el abdomen marcado y odio ir al gimnasio (…) nunca quiero quitarme la camisa”, dijo para la revista ‘Sunday Times Style’.
Una disconformidad con su cuerpo que también ha sentido el español Miguel Herrán, quien recibió mucho cariño al publicar en Instagram una fotografía con la leyenda “Creo que por primera vez en mi vida me he mirado al espejo y me he aceptado”. El actor confirmó a la revista ‘Mens Health’ haber padecido vigorexia o dismorfia muscular, una alteración de la imagen corporal por la que el paciente presenta una gran preocupación por el propio cuerpo que, por suerte, ha logrado superar.