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'Death Diving', un deporte de riesgo que se ha convertido en un reto peligroso y viral en TikTok

Sabemos que TikTok tiene muchas caras y formas mejores que otras de utilizarse. Un día puede ser ese reino lleno de vídeos de gatitos, homínidos con serios problemas de motricidad que intentan hacer lipsynch y píldoras de ASMR; otro, un vertedero oscuro de tendencias que solo llevan a la entropía, el vacío y las ganas de preguntarle a esa persona: “¿Estás bien? ¿Necesitas un abrazo?”. 

La plataforma es esencialmente mimética. Funciona por imitación, a base de modas pasajeras que se contagian de teléfono en teléfono y buscan replicar una viralidad que no mira, no mucho, al menos, las consecuencias. 

En su movimiento entrópico, TikTok siempre ha tendido a llenarse de retos absurdos que bordean la indigencia mental. Algunos, incluso, son muy peligrosos. Uno podría pensar: de acuerdo, has decidido encaramarte a un poste eléctrico para grabar tu vídeo. Sorpresa: te has churruscado y ahora eres un cadáver. El mundo no podrá ver tu próximo reto viral, ¡qué gran pérdida!

El último de estos retos peligrosos se llama ‘Death Diving’, y está generando mucha preocupación entre los usuarixs de la plataforma.

La moda de morir

No hace falta ser una ardilla muy lista para saber por dónde van los tiros de esta nueva moda viral ideada por gente que debería estar amordazada y alimentándose únicamente de alpiste. ‘Death’ hace referencia a muerte. ‘Diving’ al verbo bucear. Combinadas, dan una idea muy poco precisa de lo que propone esta ‘prueba’ que ya se ha cobrado algunas víctimas.

Hay matices, claro. Uno podría pensar que ese ‘buceo de la muerte’ se refiere a bajar a las profundidades sin respirar, o a nadar a braza en un sitio, pongamos, lleno de pirañas, caimanes, serpientes y cualquier otro animal que quiere darte un besito de buenas noches. Pero el reto se refiere a lo que sucede antes de entrar en el agua y consiste, básicamente, en lanzarse con el cuerpo en plancha, completamente rígido, desde gran altura (más de veinte metros). De hecho, en Noruega, el ‘death diving’ está considerado un deporte que solo pueden practicar nadadores expertos y que requiere cierta preparación (saber lo que estás haciendo). 

El problema ha surgido cuando empezaron a circular por TikTok estas zambullidas al límite y una parte de usuarixs de la plataforma decidió que era buena idea imitar a los profesionales. Nunca el ‘niños, no hagáis esto en casa’ fue tan desobedecido. El ‘death diving’ es tendencia, y demuestra uno de los grandes problemas de las redes sociales masivas: su capacidad para permear en la masa a base de bulos, fake news y tendencias tóxicas disfrazadas de positividad. 

TikTok y el mal

La moda es moda. Llegado cierto punto, parece importar más el acto que nos hace ‘visibles’ en redes que sus consecuencias inmediatas. Sí, claro, podríamos hacerle decenas de preguntas a las personas que deciden poner en práctica este tipo de retos, y seguramente nunca encontraríamos respuesta. ¿Por qué te pareció buena idea introducirte el dedo índice hasta el cerebro y enseñárselo a tus seguidores? ¿De verdad crees que meter la mano en la verja de los leones del zoo y grabarlo te hará ser el más popu del instituto? ¿Te has planteado alguna vez que beber lejía, igual, igual, no es bueno para tu rutina de skincare? 

Sea como fuere, TikTok no hace prisioneros. Junto a Instagram, es la plataforma reina en proponer imbecilidades y absurdeces para que una determinada parte de sus usuarixs las hagan suyas. El ‘death diving’ es solo una más de todas esas tendencias que la plataforma ha viralizado y se han cobrado ya unas cuantas víctimas. 

Hace años vivimos la época del 'death selfie', con usuarios que resbalan desde una gran altura al intentar grabar un video con su sonrisa de ‘estoy en Disneyland’. Después llegó el ‘black out challenge’, que provocó la muerte de un adolescente de 14 años en Escocia después de jugar a no respirar y quedarse moñeco. Hemos tenido también el reto de la ballena azul (una tendencia que proponía el suicidio de quien lo practicara), el ‘Fire challenge’ (prenderse fuego durante unos segundos para luego apagarlo), el del traumatismo cerebral (usuarios que se ponen en la trayectoria de un objeto pesado, gana quien aguanta más tiempo sin esquivarlo), el del ‘líquido que quema’ (beber agua hirviendo) o el de comer un pimiento tan picante que puede mandarte al hospital.