Algunos matrimonios parecen eternos, como el Tom Hanks y Rita Wilson, y otros apenas duran unas horas, como el primero de Britney Spears, aquel celebrado en Las Vegas y que terminó casi tan rápido como el viaje en sí mismo. En el caso de Anitta y Thiago Magalhães, la felicidad les duró 10 meses, después de los cuales decidieron que lo mejor era tomar caminos separados.
Muchos la conocen por su música, no por nada es una artista que triunfa a nivel internacional, pero para muchos otros es la responsable de poner en un aprieto a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso acudía invitada a una entrega de premios musicales y poco podía sospechar que se convertiría en la protagonista por ser la afortunada a la que Anitta le dedicara unos segundos de perreo.
Ayuso no sabía donde mirar, pero capeaba el temporal con buen humor, lo que podría haber dejado esto en una simpática anécdota, pero la posterior entrevista de la artista dejaba claro que no solo no tenía ni idea de quien era la política a la que le habían presentado como la “presidenta de la Comunidad”, sino que pensaba que era la presidenta de una comunidad o grupo de Facebook. No lo dudó y al verla lo dio todo, porque está claro que Anitta no hace las cosas a medias.
En julio de 2017 se confirmaba el noviazgo entre Anitta y el empresario de turismo brasileño Thiago Magalhães, cuatro meses después la pareja no se lo pensaba y se lanzaba a la aventura del matrimonio, protagonizando un romance de película. El final de la relación llegaba 10 meses después del ‘sí, quiero’, una decisión que en ese momento aseguraron que era de mutuo acuerdo.
La propia Anitta lo confirmaba en una entrevista que recoge ‘Nación Rex’, en ella aclaraba que su trabajo no había sido el motivo de su separación, poniendo así fin a las especulaciones que pudiera haber al respecto. “Felizmente, mi exmarido era muy amigo mío, un buen compañero de viajes, conciertos… siempre me apoyó”. Asimismo, la cantante afirmaba que, a pesar de haberle querido mucho, “ya no está en mi vida, porque yo tampoco estaba en la suya”.
Poco se sabe de Thiago, más allá de su matrimonio con la artista, salvo que es también brasileño, originario de Leblon, un barrio de clase alta de Río de Janeiro. En la época en la que mantenía un romance con Anitta se dijo que era licenciado en Administración de Empresas y que había podido fundar sus empresas (una de turismo y otra de eventos) gracias a una herencia que recibió de su abuelo.
Durante el tiempo que duró la relación, la pareja no dudó en compartir momentos de su vida en común en redes sociales, tanto es así que Thiago no parecía tener ningún problema en contestar a los seguidores de su pareja, que le preguntaban sobre ella (es cierto que sus respuestas eran casi siempre memes o gifs) y también que le pedían imágenes juntos, pero en mejor resolución, seguramente para hacer bonitos collages de su historia de amor. Una historia de amor que llegó a su fin del mismo modo que la confirmación, por sorpresa.