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El curioso pasado de Omar Montes como boxeador: cómo empezó en el ring y por qué lo dejó

No hay semana en la que no nos desayunemos con algún salseo sobre Omar Montes. El cantante y ganador de Supervivientes que supo definir el “flow gitano rompetangas” está en boca de todos tras estrenarse como colaborador de televisión con las críticas de miles de usuarios, indignados con que utilizara a su propio abuelo (vestido con croma verde) para ejecutar una imitación de los clásicos videos de Internet en los que alguien desmonta un supuesto reto. 

Nadie entendió muy bien qué pretendía el cantante con esa mezcla de humor lobotomizado y una voz que impostaba la sorpresa, pero suponemos que su pasado como boxeador le habrá hecho enfrentarse a ‘combates’ mucho más difíciles que este trance. Además de ser uno de los artistas españoles más escuchados, también es uno de los que más cobra por concierto. 

El principal contendiente de Montes, en este instante, es el público. Hace años luchaba contra el ring y contra sí mismo

Boxear para vivir

2015 fue el año en que Montes empezó a subir sus primeros videoclips a Internet y a viralizarse como un nuevo maná para los oídos de quien estaban buscando buena música, pero también un relato con el que identificarse. Lo tenía todo para subir (espumosamente): orígenes humildes, la fuerza de voluntad de un auténtico animal, y un relato de superación que repetía como un mantra; ese “a mí nadie me ha regalado nada”, tan efectivo. Como buen ejecutor de uppercuts (y metáforas), el cantante ya ha demostrado que vive la música como vivía el boxeo. “Vengo de la pobreza, no se me va la olla por pegar cuatro canciones. ¿Mi mejor golpe? Todos, el que te golpeaba te daba la vida mártir", contó en Crónica MARCA.

Hasta ese momento, los derroteros que había tomado su carrera se habían enfocado al boxeo amateur, una larga etapa en la que participó en más de 100 combates hasta que consiguió convertirse en profesional y sumar sus primeras victorias federadas.

 

De los detalles jugosos de su juego de pies y su amor por el protector bucal (no puede faltar en la rutina de todo boxeador) nos enteramos cuando el cantante explicó por qué decidió boxear por primera vez. En una entrevista para El mundo, contaba: “Yo, con 11 o 12 años, era gordito, y por gitano y moro he tenido siempre mucho rechazo (...). Me pegaban, me hacían bullying. Recuerdo tener que llevar siempre dos bocadillos, uno por si me lo robaban y otro para comérmelo. Me di cuenta de que el boxeo podría ser fácilmente el salvavidas de mi vida. Empecé a coger confianza en mí mismo, coraje, me quedé delgado y mi vida empezó a cambiar. Hasta las chicas del colegio me empezaron a invitar a los cumpleaños".

También pasó por el programa de Dani Mateo tiempo después. Ahí contó cómo habría ido su carrera si hubiera tenido algo más de suerte. El esfuerzo que le costaba adaptarse a las exigencias de ese deporte fue uno de los primeros motivos por los que el cantante se planteó colgar los guantes. Una vida sacrificada, casi de mártir: dieta estricta y entrenamientos regulares cada amanecer. “Me levantaba a las 6 de la mañana para correr, la última semana casi no bebía agua porque soy anchito de huesos y me cuesta dar el peso. Lo pasé fatal”.

El abandono

La disciplina militar no fue la única piedra en el camino de Montes, que se ha confesado varias veces decepcionado con la que fue su primera vocación. “Si llego a perder porque me ganan, lo acepto. Pero si gano y me dan como perdedor, por ahí no paso”, dijo. Se refería concretamente a su etapa profesional, en la que vivió varios desencuentros importantes cuando ganó sus mejores combates. No se le resistía ningún deporte de contacto, ni siquiera el kickboxing, donde también destacó.

“Fui campeón de España de varias veces, y los dos últimos campeonatos de España que hice los gané por KO. Lo de kick boxing, no sé si lo habéis visto. Me robaron el campeonato de Europa. Ahí dejé de pelear porque me cogí un rebote muy chungo”. En 2012, el nacimiento de su primer hijo fue otra de las razones por las que Montes cambió los guantes por el estudio de grabación. “El boxeo aquí en España está muy mal pagado. Peleaba, pero por circunstancias de la vida tuve un hijo y pasaba hambre”. En 2015, se lanzó a grabar su primer videoclip, ‘Mentiras’; 2018 fue el año en el que hizo con la victoria en Supervivientes. El gran combate de la música le esperaba. Este sí lo ganó.

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