Dicen que esta crisis sanitaria del coronavirus está sacando lo peor y lo mejor del ser humano. Pues va a ser verdad. A algunos los ha convertido en verdaderos héroes que ponen en riesgo su salud para cuidar a los demás, a otros, en verdaderos villanos que están aprovechando la situación para sacar partido. Y a otros los ha vuelto más creativos que nunca. Ya sea para matar el tiempo en casa... o para explicarle a tu hijo que no puedes salir de casa bajo ningún concepto. Este es el caso del señor Badajos, padre de familia filipino con un hijo preadolescente en edad de no obedecer las normas.
Si te está pareciendo duro pasar la cuarentena con tus compañeros de piso, imagínate encerrarte en casa con dos hijos adolescentes. Sí, son mayorcitos, pueden cuidarse solos, pero también están en una edad complicada en la que empieza a ser muy importante la autoestima y las relaciones con los demás. Te acordarás porque tú también has sido adolescente. Y quizás también llevaste un corte de pelo ridículo, aunque fue elección propia.
Por eso creemos que este padre es el más listo del mundo. Ha sabido marcarle los límites a su hijo como nadie. Sin hacerle (demasiado) daño, ha conseguido que su pequeño se quede en casa durante la cuarentena obligatoria en tres sencillos pasos: lavar, rapar y peinar.
El fin no justifica los medios, pero es que estos medios tampoco han sido para tanto. Solo un mal corte de pelo, algo que tiene arreglo. Lo que no tiene arreglo es el castigo que ha impuesto el presidente de Filipinas para aquellos que se salten el confinamiento: "disparar a matar". Sí, en este país no se andan con multas. Así que podemos decir sin miedo a equivocarnos que este padre es un héroe.
Gracias a la hermana mayor, Marah Badajos Cabido, que ha compartido las fotos del ridículo corte de pelo de su hermano, la historia ha dado la vuelta al mundo. Las fotos han sido compartidas en Facebook más de 59.000 veces. Ver la cara del niño desencajada con ese peinado a lo Pepe Viyuela es una de las cosas más divertidas que nos han pasado esta cuarentena. Aunque también entendemos que el niño se quiera morir con la cabeza así y que haya sido duro para él. Pero bueno, al menos vivirá para contarlo.