La noticia más fuerte que vas a leer hoy. Una profecía autocumplida demasiado creepy para ser real. Pero, por desgracia, esta historia es cierta. Gabriele Puccia, de 27 años, se perdió durante una excursión y subió un vídeo a sus redes en el que bromeaba sobre lo que le había pasado y se despidió de sus seguidores. Poco después murió.
Era la primera vez que Gabriele se atrevía a viajar solo. Había decidido visitar el Ponte Tibetano de val Sorda, un lugar en Verona que le había recomendado su hermana. Mientras paseaba por el lugar, se distrajo enviando unos mensajes por WhatsApp y cuando se dio cuenta de que se había desorientado publicó unos stories en su cuenta de Instagram en los que contaba lo que le había pasado.
Se llegó a despedir de ellos en plan de coña: "En caso de ir todo mal pido disculpas a las personas a las que he hecho daño, también me disculpo con los que he traicionado. Si todo va mal, pues me despido. Adiós". Lo triste es que esa despedida fue real, aunque él no lo sabía.
Según informa ABC, al no haber estado atento a sus pasos, se perdió y ya no sabía volver al aparcamiento donde había dejado su coche. Después de esos vídeos, no se volvió a saber nada de él. Su familia denunció su desaparición y los equipos de rescate encontraron su cuerpo al día siguiente. El chico se cayó por un acantilado.