Lo quieres más que a nada en el mundo. Te pasas horas con él, tus redes están llenas de fotos suyas y eres absolutamente objetivo, faltaría más, cuando dices que te parece el más guapo del planeta. Tu perro es un compañero de vida con quien compartir momentos y aficiones. Y si tienes moto, seguro que se te ha pasado por la cabeza la posibilidad de que te acompañe.
Ya sea porque te apetece que disfrutéis de un paseo juntos o porque, simplemente, tengas la necesidad de viajar y llevarlo contigo. Las dudas están ahí: ¿es legal o no viajar en moto con perro? ¿Cómo debería hacerlo para cumplir con la normativa? ¿Qué riesgo corre mi mascota con los métodos que existen? Más o menos todos conocemos las directrices para transportar mascotas en un coche, pero con respecto a la moto, surgen los interrogantes. En Yasss resolvemos todas tus dudas para que ambos podáis disfrutar de tranquilamente y de forma segura del viaje.
En primer lugar, hay que tener muy presente qué es lo que dice la normativa al respecto. Y lo cierto es que la ley es un poco inconclusa en este sentido. Sí menciona por encima el transporte de animales en moto, por lo que acaba permitiéndolo. Pero no establece ningún tipo de pauta o precaución a tener en cuenta.
La clave está en el artículo 18 del Reglamento General de Circulación. En él se habla de otras obligaciones que tiene que tener presente el conductor mientras circula. Y una de ellas es la que nos habla, indirectamente, del transporte de animales. ''A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos'', afirma el texto.
Parece claro por lo tanto que, en lo relativo al transporte de animales, lo importante es que no se perjudique la dirección del conductor. Además, según el mismo artículo, igual de fundamental es evitar poner en riesgo la seguridad del resto de ocupantes del vehículo y del resto de usuarios de la vía. ¿Pero cómo se puede conseguir esto en la práctica?
Son varios los métodos homologados para que puedas viajar en moto con tu perrete, sin que interfiera en la conducción y manteniendo a todos seguros. ¡Toma nota!
Si tu perro es de tamaño pequeño y no pesa demasiado, puedes viajar con él gracias a estas mochilas. Son parecidas a las normales, pero han de estar debidamente homologadas para este uso. Se colocan en la espalda o entre las piernas, deben de estar bien ventiladas y las puedes encontrar en tiendas para mascotas. Como máximo, suelen permitir un peso de 12 kilos.
Es una de las opciones preferidas por muchos motoristas. Se trata de una bolsa firme, especialmente diseñada para ir sujeta sobre el depósito del vehículo. La seguridad es máxima y la comodidad también. Un único inconveniente: está homologada para mascotas de hasta 8 kilos de peso.
También puede ser una alternativa interesante: instalando un suplemento fijo y recio en la parte trasera de la moto. Se trata de un elemento parecido a un trasportín, que suele estar acolchado y cuenta habitualmente con alguna forma de ventilación. Y es perfecto para perretes de mayor tamaño o peso. ¡Estará en la gloria!
Si tu perrete tiene un peso o un tamaño importantes, otra buena opción que puedes poner en práctica para viajar cómodamente y sin riesgos es un sidecar. Como lo oyes. En España no se estila demasiado, pero lo cierto es que es una opción muy aconsejable. Eso sí, siempre y cuando tu perro esté debidamente adiestrado y acostumbrado a estos viajes, para evitar dramas.
Además, hay una serie de consejos que debes tener presentes sí o sí si quieres que el viaje sea de lo más placentero para los dos:
Escucha a tu perrete: Puede que a ti te entusiasme lo de las dos ruedas. Pero a lo mejor tu mascota no está por la labor: es una experiencia nueva y puede estresarse y ponerse nerviosa. Comenzar poco a poco, para que se acostumbre, estar pendiente de su reacción y aprovechar las paradas para comprobar si todo va bien son los mejores consejos.
Extrema la precaución: Deberías de tenerlo siempre presente, pero especialmente cuando tu perrete está contigo tienes que practicar una conducción consciente, respetar escrupulosamente las normas de tráfico y suavizar movimientos, giros o frenos.
Protégelo: Hay un enorme número de accesorios con los que puedes protegerlo durante el viaje: desde gafas a bufandas, pasando por cascos o chaquetas. Y, además de dar seguridad, evitar que se resfríen o le entren cositas en los ojos, son ideales... ¡No tienes excusa!