El aceite de árbol de té es un multiusos que merece la pena tener en todas las salas de tu casa. Se obtiene al cocer las hojas y la corteza del árbol de té australiano y, usado de forma tópica, es antibacteriano, fungicida y cicatrizante. Pero la cosa no queda ahí: además de ayudarte con tus granitos y hongos, puede definir los rizos, retirar el maquillaje o tratar la psoriasis. Y, ojo, también sirve con tus mascotas.
Se trata de un producto natural que funciona como comodín cuando ningún otro cosmético específico te soluciona el problema que buscas. En Yasss te contamos todos los problemas que puede solucionar este liquido milagroso, que encontrarás en cualquier droguería o herbolario. Para que funcione como debe, lo mejor es que lo busques con una concentración del 5%; no lo apliques sobre todo el rostro o en la misma zona compulsivamente, porque resecará la piel.
Heridas, ampollas, cicatrices de acné… el aceite de árbol de té es antibacteriano, fungicida y cicatrizante: no hay ningún problema cutáneo que se le resista. Esta infusión será tu mejor aliado contra el acné y los granitos ocasionales; cuando los veas aparecer, aplica una gotita sobre ellos. Puedes hacerlo dos o tres veces al día, e incluso integrarlo como parte de tu rutina, diluyendo de 8 a 10 gotas en una olla de agua caliente y dejando que penetre después en tus poros durante 10 minutos.
El aceite de árbol de té también es una ayuda a tener en cuenta contra la psoriasis, la dermatitis o las alergias. Estas patologías cutáneas pueden mejorar con una mascarilla: diluye de 6 a 10 gotas de este aceite en una cucharada de aceite de almendras dulces (como el que se usa para hidratar la piel de los bebés) y aplícalo sobre la zona sensible hasta tres días. Si tu problema es un pequeño corte, herida o quemadura, puedes aplicarlo varias veces directamente sobre la lesión para que cicatrice. Una vez se haya formado la costra, diluye este aceite en el de almendras u otro de lavanda o coco y masajea la mezcla con suavidad.
Es especialmente útil si tu problema son los hongos en las uñas o el pie de atleta. Una vez identifiques el problema, coge tu bote y aplica un par de gotitas sobre la zona afectada durante varios minutos, dos veces al día. También puedes probar a hacer baños de agua caliente, diluyendo de 8 a 10 gotas.
En los humanos, los beneficios del árbol de té están claros, pero, ¿qué pasa con las mascotas? Pues, a grandes rasgos, funcionan casi de forma idéntica. En perros o personas, este aceite es antiséptico y fungicida, por lo que la efectividad apenas varía. Si tienes un problema con los parásitos adheridos a tu perrete, plantéate hacerte con uno de estos botes.
Contra las pulgas, actúa rapidísimamente, pero también contra los hongos es bastante útil. Evita usarlo en heridas abiertas, pero prueba a aplicárselo si empieza a cicatrizar, para facilitar el proceso. También puedes probar a incluir unas gotas en su baño, para que el buen olor y el desodorante sea más duradero.
Nunca lo apliques por vía oral (que sea natural no significa que podamos comérnoslo a cucharadas) y, si lo vas a utilizar con tu perrillo, dilúyelo siempre. Lo más recomendable es que la concentración de este aceite en el líquido que apliques a tu mascota nunca sea superior al 1%.
¿Necesitas más excusas para hacerte con un botecito de aceite de árbol de té (que, por cierto, aunque le veas un tamaño reducido, cunde muchísimo)? Entonces, apunta: alivia las picaduras de insectos, cuando lo aplicas sin diluir sobre la zona afectada, y elimina las verrugas, si lo aplicas por la noche y después lo cubres con un apósito, para que se absorba mejor.
¿Han aparecido piojos en casa? Puedes probar a diluir unas gotas en tu champú habitual: bastará con incluir 3 gotas por cada 10 mililitros. En caso de infestación, puedes aplicarlo directamente sobre el cuero cabelludo y tapar después la cabeza durante media hora, como una mascarilla. Cuando acabes, usa una lendrera empapada en aceite para eliminar los huevos: verás que se deslizan de una forma mucho más sencilla.
¿Herpes labial? ¿Sarpullidos? ¿Hemorroides? Aplícalo sobre la zona y, si escuece mucho, diluye unas gotitas en agua tibia y haz baños para aliviarte. Ahora bien, no todo vale: evita las zonas que no sean exclusivamente superficiales. Aunque hay quien lo recomienda, nunca hagas enjuagues bucales ni trates infecciones genitales con aceite de árbol de ti, ni siquiera diluido en agua. En esos casos, habla con un médico para que te asesore y podáis atajar el problema cuando antes.
Como antiséptico, puede ser muy útil en baños y cocinas. Basta con mezclar unas gotas en un pulverizador de agua o hacer una pasta con bicarbonato, dependiendo de si buscas una limpieza más superficial u otra en profundidad. En el cubo de la fregona, por ejemplo, se recomienda incluir unas cincuenta gotas de aceite.