Si convives con un perro, seguro que en alguna ocasión le has encontrado temblando, debajo de la cama. Es un comportamiento bastante habitual entre los perros y, sin embargo, no todos los cuidadores terminan de entenderlo. ¿Por qué lo hacen todos? ¿En qué situaciones? Y, sobre todo, ¿qué tiene de atractivo el suelo mugroso y lleno de pelusas sobre el que duermes por las noches?
Muchos perros encuentran debajo de la cama de sus cuidadores un refugio en el que esperar a que pasen todas las tempestades, y pueden tener varias razones para hacerlo. En Yasss te contamos las más habituales.
¿Qué tienen en común los bajos de todas las camas? Algunas tienen pelusas, otras tienen el somier medio roto… pero todos son espacios calentitos y oscuros, perfectos para que un ser del tamaño de tu perro se resguarde de las cosas que más miedo le dan. Probablemente suceda cuando alguien en la calle tire petardos o si escucha algún otro ruido fuerte y extraño. Si ese es el caso, ya sabes que la música clásica suele tranquilizarles, y que con otro tipo de ritmos más fuertes puedes desviar su atención de esos ruidos que tanto estrés les generan.
Según un artículo publicado en The Nest, también es muy habitual que los perros se escondan debajo de la cama si han sufrido abusos antes. Si has adoptado al animal y no conoces exactamente su trayectoria, esto podría ser una señal de un pasado en el que han sido violentos con él. Todo ello genera un poso en él, y el miedo a que vuelvan a abusar de él puede llevarle a esconderse debajo de la cama cada vez que te sienta como una amenaza, lo que va desde cortarle las uñas hasta ducharle.
El acercamiento progresivo es fundamental para reducir su estrés, pero si no es posible, deberás llevarle a un adiestrador o veterinario para encontrar una manera de que deje de sufrir.
En otras ocasiones, aseguran en la web, puede ser que tu perro se esconda bajo tu cama simplemente por costumbre. “Tal y como prefieren, durante toda su vida, sentarse en el asiento trasero durante los viajes en coche, los perros pueden desarrollar tendencias extrañas”, cuentan. Simplemente, lo establecen como un sitio en el que relajarse y descasar. Si ese es el caso y tu perro ha hecho del suelo de tu habitación su espacio chill, puedes mejorar su ambiente colocándole algunos de sus objetos favoritos alrededor de tu cama, para que la experiencia sea más placentera. Corres el riesgo, eso sí, de que no salga nunca de ahí.
Ahora bien, cuando se esconda debajo de tu colchón, evita ponerte como el monstruo de la cama o consolarle con premios. Lo primero le generará más estrés, y lo segundo desarrollará en él la equivocada idea de que su huida es perfectamente normal y, de hecho, merece ser recompensada. Si ocurre esto, poco a poco irá ampliando el abanico de motivos que le llevan a esconderse: lo que antes hacía solo cuando escuchaba un petardo, ahora lo hace cuando subes el volumen de la tele un poco más de la cuenta, cuando pasa un camión por la calle o cuando montas una cena en casa.
Si, después de vigilarle, consideras que su comportamiento se repite más veces de la cuenta, o si descubres que no hay manera de calmarle si no es bajo tu cama, llevarle a un veterinario para que te ayude a identificar el problema es una buena idea. De todas formas, por norma general tu perro irá allí solo para desconectar, así que no merece la pena preocuparse mucho. Con mantener un ojo encima, basta.