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Ni tienen privacidad ni la conocen, pero es posible enseñar a un perro a esperar fuera del baño

  • Tu perro te acompaña a todas partes porque trata de protegerte. Pero hay una forma de conseguir que deje de seguirte al baño.

Cuando uno es cuidador de un perro, debe hacerse a la idea de que nunca más volverá a ir solo al baño. Si le das unos segundos, encontrará la forma de colarse por la puerta en el último momento, y si cierras el baño para que no pase, hará de todo con tal de que le dejes entrar. Gemidos, arañazos en la puerta y lágrimas hasta que, al final, consiga su propósito y pasar contigo al baño.

Pero, ¿por qué esa obsesión con ir contigo al lavabo? Te lo contamos en Yasss.

Tu seguridad, ante todo

Un perro no entiende de privacidad, pero sí de protección. Los perretes vigilan la seguridad de los demás y, por eso, se acompañan a todas partes. Lógicamente, después de tanto tiempo contigo, él piensa que eres parte de su manada y, por tanto, vulnerable de ser atacado. Tu protección es su máxima prioridad, estés donde estés o en cualquier lugar.

¿Hay alguna diferencia entre que tú le veas hacer sus necesidades y que él te las vea hacer a ti? Pues eso. Tu perro no está muy familiarizado con el concepto de intimidad, pero tú tampoco. Además, si le cierras la puerta de un sitio, evidentemente sentirá más curiosidad por saber lo que hay detrás. Especialmente si está muy acostumbrado a que te lo lleves a todas partes.

Y no menos importante, hay que tener en cuenta que el baño es parte del territorio de tu perro. Él sabe que, cuando vais a la frutería o al supermercado, tiene que esperar fuera, pero el baño está dentro de su casa y, por lo tanto, tiene derecho a estar dentro. Ahora bien, con paciencia y mucha mano, eso puede cambiar.

Los perros también pueden aprender

Tu perro ha aprendido a esperarte a la salida del super, y de la misma forma puede aprender a aguardar fuera del baño sin liarla. Una vez tu perro domine las órdenes básicas, como siéntate o quieto, puedes enseñarle otra comanda que esté relacionada con la espera. Ya sabes que, por norma general, los perros suelen hacer más caso a los gestos y al tono que a las palabras, así que deberás encontrar una comanda que te permita enseñarle a quedarse quieto. Por ejemplo, apuntar con la palma de la mano hacia el suelo.

Deberás tener paciencia hasta que tu perrete se haga a la orden, especialmente si suele pasar mucho tiempo contigo, pero finalmente lo hará. Refuerza tu gesto con recompensas y ve poco a poco, en distintos entornos. Una vez lo haya asimilado, podrás probarlo en el baño. Ese gesto también debe ser progresivo: acostumbra poco a poco a tu can a que espere delante de la puerta cerrada. Al principio, quédate solo un poco en el baño.

Mantén siempre la calma y, si tu perro aúlla o rasca la puerta del baño, sal de la sala, pero omítele. No intentes tranquilizarle o acariciarle, porque eso solo reforzará su comportamiento. Lo que sí puedes hacer es felicitarle cuando consiga esperar, recompensándole con una golosina. Mientras tanto, puedes mantenerle entretenido con un hueso o un juguete.

Con un poco de entrenamiento y paciencia, tu perro aprenderá a respetar tu privacidad y podrás pasar tu ratito en el baño con calma.

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