Logo de Mascotas

Mascotas

Puede ser instinto o glotonería, pero no es buena señal: razones por las que un perro engulle la comida

  • Que el perro engulla la comida nunca es buena señal. Puede estar motivado por instinto, estrés o glotonería, entre otras.

  • En Yasss te traemos algunas soluciones para acabar con este problema, que puede tener un impacto muy negativo en su salud.

Llegas del trabajo, después de ocho horas sin parar ni para tomar un café; abres la nevera, calientas el tupper y empiezas a engullir la comida como si fuese a desaparecer en menos de tres minutos. Te suena, ¿verdad? Cuando tenemos hambre o algún problema de estrés, entre otros, los humanos tendemos a comer muy rápidamente, sin apenas masticar y dificultando la digestión. Este problema, que puede darnos muchos dolores de cabeza y necesitar cita médica si se extiende en el tiempo, también puede ocurrirle a tu perro. Y, exactamente igual que en tu caso, no suele ser buena señal.

Si observas que tu perro no come, sino que engulle lo que le dejas en el plato, haz saltar las alarmas, ya que puede derivar en problemas de salud más serios. En Yasss te traemos algunas claves sobre los motivos que le pueden llevar a hacerlo y otras tantas soluciones para evitar este patrón, pero siempre es conveniente que el veterinario le vea para descartar cualquier patología.

¿Por qué mi perro come tan rápido?

Hay varias razones por las que tu perro puede estar comiendo a más velocidad de la que suele hacerlo; para ponerle fin a este patrón, es importante identificar la causa que lo provoca. Algunas de las más habituales, según la plataforma de cuidado de mascotas Wakyma, son:

  • Por instinto. En ocasiones, especialmente si hay otros animales alrededor, el perro puede comer rápido por instinto: sabe que el último en llegar, se queda con hambre. Si no corriges este comportamiento, se convertirá en una mala conducta extendida en el tiempo. Todo para evitar que su compañero se acabe la comida, aunque haya de sobra para los dos.
  • Por estrés. Aburrimiento, falta de estímulos o ejercicio físico, una mudanza, soledad… son muchos los motivos que pueden llevar a tu mascota a sufrir estrés o ansiedad. Si es su caso, el engullir comida es tan solo uno de los síntomas que puede sufrir; conviene llevarle al veterinario para poner fin a esta patología cuanto antes.
  • Por glotonería. Los perros pueden ser muy glotones y comer como si no hubiese un mañana.

Sea cual sea su caso, hay que ponerle solución. Es peligroso que los perros coman demasiado rápido, ya que puede traer consecuencias muy graves para su salud. La ingesta rápida de alimento puede acarrear acumulación de gases y la terrible torsión de estómago, una patología letal y rápida que se produce cuando una gran cantidad de comida, líquidos y aire se acumula en el estómago, haciendo que el órgano gire sobre sí mismo. Evidentemente, que coma rápido también favorece los atragantamientos y los problemas intestinales por no masticar el alimento.

¿Qué hacer si mi perro come demasiado rápido?

Cuanto antes atajes este problema, más fácil será corregir su tendencia a comer deprisa. Una de las cosas que puedes hacer es repartir su alimento en dos o tres tomas a diario; quizás esté devorando la comida porque no se siente saciado. Prueba a hacer esto durante unos días, siempre con las cantidades de alimento recomendadas por los fabricantes: las encontrarás en el envase. Si no pasas mucho tiempo en casa o no tienes la oportunidad de repartirle la comida por tus propios medios, puedes hacerte con un dispensador de comida para perros. Los hay de todas las formas y colores, aunque uno de los más populares es el Kong, un juguete con una ranura para depositar paté o pienso. Basta con que lo llenes con las cantidades habituales; el lo vaciará poco a poco, ya que el propio objeto no le permite hacerlo más rápido. Además, le estimula y le relaja.

Otra alternativa es optar por un comedero específico para la voracidad de los perros. Los puedes encontrar en las tiendas de animales: son comederos con formas y relieves en la base que impiden que el animal pueda engullir la comida a la velocidad a la que suele hacerlo. Además, como el kong, relajarán a tu mascota.

Una tercera opción, quizás la más adecuada si crees que tu perro está sometido a altos niveles de estrés, es aumentar vuestro tiempo juntos y sacarle a pasear más a menudo. El ejercicio y la estimulación pueden ayudar a que se sienta menos nervioso y, por tanto, deje de comer rápidamente. En cualquier caso, lo más recomendable es llevarle a un veterinario para que evalúe su caso e identifique su problema, para que pueda ponerle el mejor tratamiento posible. En poco tiempo, seguro que tu perro vuelve a estar como antes.

Temas