Con el estado de alarma, el número de adopciones de animales subió como la espuma, pero la cifra se redujo sistemáticamente con la desescalada. No solo eso: durante el mes de mayo, la Real Sociedad Canina denunció más de 2.000 abandonos de perros en todo el territorio nacional. Una cifra terrible contra la que muchas personas deciden luchar, adoptando un perro en cualquiera de las protectoras que les acogen desde la calle.
Si adoras a los animales y tienes la ilusión de incluir a uno en tu familia, la adopción es siempre una de las principales opciones por las que mirar. La gran diferencia entre optar por este método en lugar de por la compra es que las tiendas de animales buscan obtener un beneficio económico por la transacción, mientras que las protectoras pretenden acabar con el abandono animal y darles un hogar a todos aquellos perretes sin familia. En las primeras quizás traten de venderte el animal como parte de un pack, que incluya también la cama, el pienso y los accesorios, pero en una protectora se aseguran de que el animal encaje con tu familia y, hasta que llegas, le dan todo su cariño.
Frente a la tradicional compra, la adopción cada vez acumula más seguidores y beneficios. En Yasss te contamos algunos de ellos.
Si te decides a adoptar un animal, no solo ayudas a este, sino que pones tu granito de arena en la lucha contra el abandono de animales. Es importante cuestionarnos cómo y de dónde viene lo que consumimos, y llevando a cabo esta opción estaremos tanto dando una segunda oportunidad a un animal que probablemente lo haya pasado más, como retirando nuestro apoyo a los criaderos de animales de compañía.
Además, piensa que los animales adoptados suelen estar más acostumbrados a tratar tanto con personas como con otros animales. Por norma general, su integración en la familia será mucho más sencilla.
En un refugio de animales podremos encontrar perros de raza o mestizos, adultos, cachorros o ancianos…dependiendo de cómo sea nuestro tren de vida, podremos escoger un perro con unas u otras características.
Lo más importante para los refugios, casi siempre cortos de financiación y espacios, es conseguir que los animales estén allí el menor tiempo posible, que alguien quiera darles una segunda oportunidad a su lado. Por eso, siempre lo tienen todo a punto: vacunas, chips, desparasitación, documentación… quien adopte un perro tiene la seguridad de que se va a llevar todos sus papeles en regla. Eso da mucha tranquilidad a los potenciales cuidadores.
Una búsqueda en Internet te dará una pista sobre la cantidad de protectoras, asociaciones y fundaciones que hay en España, para que puedas escoger la que mejor se adapte a ti. Si no, siempre puedes echar un vistazo a buscadores como pepecos.es o kiwokoadopta.org, donde encontrarás las protectoras más cercanas a tu domicilio.
Para el proceso, tan solo necesitas ser mayor de edad, entregar un comprobante del domicilio en el que vives y cumplimentar un contrato de adopción. En él te comprometes a cuidar de tu mascota, a darle todos los cuidados veterinarios que necesite y, por supuesto, a no abandonarlo. Después, tendrás que abonar las tasas de adopción (suelen rondar los 200 euros) y comprometerte a facilitar el trabajo de seguimiento de la protectora.
¿Qué no puedes adoptar? No pasa nada, quedan otras opciones. Por ejemplo, puedes acoger temporalmente un animal, encargarte económicamente de su manutención o hacerte socio de alguna de estas entidades. Sea como sea, ayudarás a un perrete a ser un poquito más feliz.