Evita que el perro lo pase mal con el calor durante el verano, tanto fuera como dentro de casa
Héctor de CaboMadrid
El sofocante calor del verano también afecta a tu perroPEXELS
Durante el verano presta especial atención a tu perrete, ya que es muy sensible a las altas temperaturas... ¡Toda precaución es poca!
Los cachorros, los perros ancianos y los que padecen sobrepeso o insuficiencia respiratoria más susceptibles a sufrir un golpe de calor
El verano ya está aquí y ha llegado para quedarse una larga temporada. Son muchos quienes lo aman con locura y están living los meses que dura, mientras que los living haters
Y es que por muy defensor que seas de esta estación, hay días donde el termómetro se dispara hasta límites insospechados y hacer cualquier plan resulta tarea imposible. En el caso de que tengas un perrete, sacarle de paseo varias veces al día es un must y no tendréis otro remedio que soportar las altas temperaturas en vuestras escapadas.
Ten en cuenta que los perros, al igual que los humanos, lo pasan mal con el calor -hasta el punto de sufrir un golpe de calor o deshidratación- y hay que evitarlo en lo medida de lo posible. En Yasss, te damos una serie de consejos para que tu perro disfrute del verano sin sofocones.
Señales de que tu perro tiene calor
Es fundamental que sepas identificar cuándo tu peludo está pasándolo mal, a causa de una excesiva temperatura y remediarlo cuanto antes.
Los canes apenas tienen glándulas sudoríparas por donde expulsar el sudor, al igual que los humanos. Estos animales lo hacen por la boca y en menor medidas por las almohadillas de sus patitas. Por lo que el jadeo es un gesto habitual para regular su temperatura corporal, pero si lo hacen rápida y descontroladamente puede ser una señal de alerta.
El agotamiento, la incapacidad de moverse ligeramente y la pérdida del equilibrio son síntomas de que algo le ocurre -si es activo identificarás al instante que no se comporta como siempre- y quizá se deba a una excesiva elevación de su temperatura.
Aunque la nariz de los perretes suele secarse y humedecerse a lo largo del día en función de los cambios de temperatura, o al estar en una estancia donde circule poco el aire, cuando su calor corporal se ha elevado su naricilla se resecará.
Si sus latidos se han acelerado -deben ir a un ritmo normal y constante- es probable que esté sufriendo un golpe calor y esté deshidratado.
Estas señales además suelen ir acompañadas de vómitos, diarrea y, en las situaciones más límites, de shock o perdida de conocimiento… ¡Actúa cuanto antes!
Qué hacer para rebajarle la temperatura
Un incremento de la temperatura corporal de tu mascota puede llegar a ser muy peligroso, no pierdas los nervios y actúa con rapidez.
Si estáis en uno de vuestros paseos, llévalo a una zona fresca bajo la sombra y esperad allí hasta que notes que se ha recuperado. Evitad salir en las horas de más calor ya que, además de ser insoportable para ambos, puede quemarse las almohadillas. Si dudas si tu perrete lo pasará mal o no caminando por la calle, recurre a la regla de los 5 segundos: pon tu mano sobre el asfalto durante este tiempo y si no lo soportas es porque el suelo está demasiado caliente para él.
Si tienes agua a mano, mójale el vientre, las almohadillas de las patas y humedece el interior de sus orejas -procura que no le entre agua en el oído-. Es muy importante que le refresques estas zonas de su cuerpo, pues si le humedeces el pelaje no servirá de mucho al tener una gruesa capa de pelo.
Humedécele la boca e invítale a beber agua sin obligarle a ello, puedes echar un poco de agua sobre tu mano para que lama de ella.
Ponle cubitos de hielo en un plato para que se refresque lamiéndolos, mientras se divierte y juguetea con ellos.
Si observas que tu peludo no reacciona a estímulos, llévale inmediatamente al veterinario. Un golpe de calor puede resultar mortal.
Cómo evitar los golpes de calor
Durante el verano, hay que prestar especial atención al cuidado de los perros al ser mucho más sensibles a las altas temperaturas que a las bajas.
No salgáis a pasear en las horas de más calor, aprovechad las mañanas, las noches y las horas en las que el sol va perdiendo intensidad.
Mantén la casa fresca con aire acondicionado o ventiladores, tu compañero de cuatro patas y tú lo agradeceréis.
Adáptale su cama para que sea más fresca, existen un modelos que favorece la dispersión del calor y esterillas refrigerantes.
Preocúpate en que tenga varios cuencos de agua fresca por casa, si vives en un piso de con más de una planta déjale uno en cada una y ve rellenándolos a medida que se vayan agotando.
Nunca le dejes encerrado en el coche, solo 10 minutos bajo el sol abrasador puede ser mortal.
Durante vuestras salidas a la calle lleva contigo un pulverizador de agua y ve refrescándole cada poco, a ti también te resultará muy útil.
Si tienes espacio suficiente en casa, habilítale una pequeña piscina para que se de un chapuzón… ¡Le va a flipar!
Recuerda que los cachorros con menos de un año y los perros ancianos son más susceptibles a sufrir golpes de calor, ya que son incapaces de refrigerarse de manera óptima. Así como, los perretes con el hocico chato -como el Boxer o Bulldog Francés-, los que sufren sobrepeso, obesidad o insuficiencia respiratoria. Por lo que si eres dueño de alguno con estas características, toma todas las precauciones necesarias para que disfrute del verano sin contratiempos.