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No son divertidas ni sanas: la importancia de acabar con las bolas de pelo del gato

  • A los gatos les gusta estar aseados. Pero, de tanto limpiarse, acaban formándose bolas de pelo en su tracto digestivo.

  • No son un gag cómico: pueden ser muy peligrosas para la salud de un gato. Aprender a identificar sus síntomas es fundamental.

Si estás acostumbrado a vivir con gatos sabrás que les encanta dormir y estar limpios. Lametazo por aquí, lametazo por allá… dedican más tiempo al aseo que prácticamente cualquier humano. Sin embargo, el mundo no se lo pone nada fácil: lluvias y pelo áspero, parásitos y las muy temidas bolas de pelo son solo algunos de sus enemigos más habituales.

Este último es un problema bastante habitual que viene, precisamente, de su obsesión por el aseo. Y, aunque pueda parecer gracioso o natural, un gato sano nunca expulsará bolas de pelo así como así: es un problema que puede complicar la salud de tu felino. La buena noticia es que, si lo identificas a tiempo, puedes ponerle fin. En Yasss te contamos cuáles son los síntomas y los mejores remedios.

La prevención es clave

Los gatos no son famosos por su buena relación con el agua, pero la higiene es una de sus obsesiones fundamentales. De tanto pasar la lengua por su cuerpo, acaban recogiendo los pelos sueltos y los acumulan, para después vomitarlas. Esas bolas de pelo son un lastre para ellos a los que puedes poner solución.

¿Alguna vez te has fijado en la lengua de tu minino? Seguro que te ha sorprendido su textura, que está protegida por una especie de tejido erizado. Esta característica hace que, cuando los gatos se asean, se acumulen los pelos en su lengua: cuando son demasiados, puede llegar a formar un bloqueo en la garganta o el estómago de tu gato. A simple vista, las bolas de pelo de tu gato no tienen por qué chocarte. Sin embargo, cuando las miras de cerca comprobarás que es una masa asquerosa, pegajosa y llena de pelos y jugos digestivos.

Si las ves, es una buena noticia: significa que tu gato las ha vomitado y ya no las tiene encima. El problema llega precisamente cuando el minino no es capaz de eliminarlas, lo que puede ser peligrosísimo para su salud.

¿Cómo saber si las tiene?

Conocer los síntomas y adelantarte a ellos puede ser de mucha ayuda para la salud de tu minino. Si las tiene, empezarás a verle angustiado y aletargado. Es distinto a la pereza a la que quizás te tenga acostumbrado: cuando el gato tiene bolas de pelo, no solo parecerá cansado, si no también enfermo. Si le notas así, empieza a preocuparte.

Ten mucho cuidado también si tu minino se niega a comer, vomita y empieza a perder peso sin motivo. Que tu gato pierda el apetito nunca es buena señal, como tampoco lo es que presente estreñimientos o diarreas: son síntomas de que su cuerpo está sufriendo. En el caso de las bolas de pelo, este cuadro suele aparecer cuando son muy grandes como para que tu felino las expulse fácilmente.

Conforme la bola vaya agrandándose y obstruyendo el cuerpecito de tu gato, notarás que su estómago crece y se hincha. Si observas ese síntoma, llévale enseguida al veterinario, para que pueda estudiar su caso y ponerle el mejor tratamiento. Ambos lo agradeceréis.

Si no ha ocurrido aún, evita males mayores. Recuerda darle probióticos a tu gato, para mantener en buen estado su flora intestinal, y hazte con pasta de malta, una planta que tu gato mordisquea y ayuda a que tu gato expulse las bolas de pelo que lleva dentro con facilidad.

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