Uno de los problemas más habituales en los gatos es la acumulación de pelo, esas incómodas vomitonas con jugos gástricos y pelitos que obstruyen sus intestinos si no las escupen a tiempo. Cuando no las vomitan, forman una masa parecida a una pelota, que puede provocarles malestar y obstrucciones graves.
Tratarlas no tiene por qué ser difícil (basta con conocer los síntomas y llevarle al veterinario en cuanto identifiques alguno en tu minino), pero adelantarnos a ellas y prevenir su aparición es fundamental. Para eso, la pasta malta puede ser uno de tus grandes aliados. En Yasss te contamos todo lo que debes saber sobre esto.
La malta es un producto natural y muy útil que mejora la digestión de nuestros pequeños amigos, así como su tracto intestinal. Es una pasta oscura, con un color y textura melosos, pero con más densidad. Se compone de aceites y grasas vegetales, extracto de malta, fibra añadida, algunos productos lácteos y levadura.
Cuando se comercializa, se le suelen añadir colorantes, conservantes y vitaminas, para que a tu gato no le falte de nada. La puedes comprar en cualquier tienda de animales; la encontrarás en paquetitos que recuerdan a los botes de pasta de dientes. Este formato te hará mucho más sencillo dárselo a tu minino.
Los gatos tienen sus propios horarios, tanto para comer como para dormir o lavarse. Ya sabes que no les suele hacer gracia que les duches, pero eso no quita que no les guste mucho limpiarse; durante sus horas de lamido por todo el cuerpo terminan tragando muchos pelos muertos. Ese pelaje, que se desprende y se les queda enganchado si no les cepillas frecuentemente, puede acumularse en su tracto digestivo y convertirse en lo que conocemos como bolas de pelo.
Si alguna vez le has visto la lengua a tu gato, verás que está erizada, como si tuviese protuberancias. Son unas papilas que permiten que el gato se cepille mejor el pelo, pero también suelen ser la causa de que acaben tragando pelos y formando esas bolitas. La bola de pelo se puede formar en los intestinos o el estómago, y a veces en el esófago. Cuando esto ocurre, suelen tener síntomas de estreñimiento o diarrea, falta de apetito o aletargamiento.
Ahí es donde entra en juego la pasta de malta, que les ayuda a desprenderse de este exceso de pelo y, si la bola no es muy grande, funciona como laxante natural que ayuda a mejorar el tracto intestinal del gatete.
Dependiendo del pelo de tu gato, así deberás darle más o menos pasta de malta. En los gatos de pelo corto, con menor probabilidad de sufrir este problema, basta con darles dos tomas semanales del tamaño de una almendra, para ayudarles a digerir mejor su alimento. En el caso de los gatos de pelo largo, puedes aumentar la dosis hasta a cuatro tomas por semana.
Si tu gato está en época de muda, puedes ofrecerle una dosis diaria, para evitar problemas mayores. En cualquier caso, recuerda que esta pasta no sustituye otras labores de prevención, entre las que destaca el cepillado, para evitar que acaben con bolas de pelo en sus cuerpecitos. Si la situación empeora, no dudes en acudir a tu veterinario, ya que este trastorno puede atentar gravemente contra la salud de tu mascota. Él o ella sabrán hacer un diagnóstico más adecuado y darles el tratamiento que mejor se adapte a su caso.