Son muchos los amantes de los gatos. Hay personas que viven con un gato o con varios, pues son uno de los mejores animales domésticos que se pueden tener; son bastante limpios -se asean solos y son muy pulcros a la hora de hacer sus necesidades-, no necesitan hacer mucho ejercicio físico, son bastantes autónomos para casi todo, les flipa intentar atrapar el hilo de un ovillo y ser acariciados durante horas -si dejas de hacerlo, insistirán-. ¿No te parecen una compañía perfecta?
Aunque reconozcámoslo, seguro que también has oído hablar de que los gatetes también tienen esa parte oscura, que muchos ven en ellos. Por ejemplo, en muchas películas el gato es el villano, el travieso, el malo de la película. El motivo es simple, los gatos que no son domésticos, tienden a agruparse con callejeros para sobrevivir. Por eso, en algunas ciudades, hay asociaciones y voluntarios que luchan por el cuidado y en control de esos gatos que viven en la calle.
Además habrás oído hablar de que, para vivir con uno de ellos, es recomendable castrarles. Esta práctica no es compartida y aceptada de la misma manera por todos los cuidadores o amantes de los animales, pero los que están a favor argumentan que favorece que el gato o la gata tenga un carácter más calmado y sea más dócil.
También es peculiar el comportamiento de esta mascota en función de su sexo. Por naturaleza, los machos tienden a irse de casa y ser independientes a partir de cierta edad, aunque siempre volverán en busca de comida al hogar. Por otro lado, las hembras, tienen el instinto de ser madres 24/7. Su celo, o etapa en la que están receptivas para los gatos, suele ser muy frecuente.
Lo que sí está claro es que los gatos tienen mucha independencia. No les importa estar en casa solos. Ellos son felices, se entretienen con cualquier cosa. Les gusta vivir bien acomodados, sin muchas obligaciones y pocas molestias. De hecho, ahora durante el confinamiento, algunas personas que viven con gatos han notado que su gato ya no es tan cariñoso y no les mola que pasen tanto tiempo en casa.
Hay que tener en cuenta una premisa: cuando vives con un minino, él o ella hacen de tu casa su territorio, del que tú formarás parte, pero que es suyo.
Es muy normal ver como los gatos, cuando llegas a casa, se frotan contigo, entre tus piernas, tobillos, y gemelos todo su cuerpo. Y tú pensarás: '¡Ay, qué mono! Me ha echado mucho de menos, como me quiere'. Pero no... La verdad es que lo hace por otro motivo: solo hace eso para marcarte. Así es, tu gato se roza contigo para dejar su olor, y que seas parte de su territorio.
En general les gusta delimitar muy bien su territorio, por lo que usan elementos visuales para que esto sea más que evidente. Todos los que hemos tenido gato podemos decir lo incisivos que son al observar nuestros muebles o cojines. Para estos animales dejar las uñas marcadas en superficies se traduce en parcelas de su propiedad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el marcaje no es sólo de manera visual, ya que tienen unas glándulas en sus almohadillas de las patas que segregan un olor que queda impregnado en todo lo que tocan.
Por lo tanto, en ocasiones cuando un gato te masajea con sus patitas, dándonos leves y reconfortantes arañazos, no te sientas tan alagado, debes saber que sencillamente está marcando su propiedad. También su pelaje, cerca al folículo piloso, segrega un líquido aceitoso que sirve para el marcaje, por eso verás que restriegan su cuerpo en las cosas, en especial si ha estado en contacto otra persona externa al hogar o un animal. Lo mismo ocurre con su cabeza, si ves que frota su cara en con tu cuerpo -además de un saludo afectuoso-, el gato está impregnado su olor en ti a través de las glándulas que tiene a ambos lados de la cara.
Tras saber todo esto que te acabamos de contar, observa un poco mejor a tu gato y verás que lo hace con muchos otros objetos de la casa, y eso es porque han perdido el olor y los tiene que volver a marcar de su propiedad.
Recuerda que no hay que entender el marcaje como algo negativo, sino que es algo intrínseco al carácter y forma de comportarse de los gatos. De hecho, ellos hacen esto para sentirse seguros con el ambiente que les rodea. No queremos con esto desilusionarte, porque seguro que tu gatete es muy cariñoso contigo, y se frota en ti para no perderte y volver a sentirse seguro a tu lado.