Los gatos son animales, como mínimo, un poco ambiguos. Que si ahora te quiero -déjame pegarme a ti toda la tarde, pero tú no me toquetees mucho-, que si luego me paso dos días sin aparecer por casa, que si no me mires a la cara si no quieres que te arañe… En el fondo, se trata de seres muy afectuosos y sociables, siempre que hayan recibido una buena educación y socialización, aunque ganarse su simpatía puede llegar a ser muy complicado. Al menos, así era hasta ahora.
Unos investigadores parecen haber dado con la clave para conectar fácilmente con los felinos, y el truco podría estar nada más y nada menos que en los ojos. Aunque la recomendación general es que nunca mires a un gato directamente a los ojos (es probable que lo identifique como una amenaza), un estudio reciente llevado a cabo en Reino Unido mostró que los mininos a los que se miraba con un parpadeo lento son más propensos a devolver una expresión similar, e incluso se acercan a extraños que les han lanzado esa mirada. Algo así como sonreír a alguien y que te devuelvan el gesto, pero con tu mascota.
Los resultados, publicados a principios de octubre en la revista Scientific Reports, parecen indicar que este gesto ayuda a las personas a establecer una “comunicación emocional positiva” con los felinos. En Yasss te contamos en qué consiste exactamente esta técnica y cómo llevarla a cabo.
Sobre el parpadeo lento, una técnica que consiste en mirar al animal con los ojos entrecerrados de manera prolongada, ya se ha escrito y debatido mucho. Algunos veterinarios etólogos y conductistas aseguran que este gesto es fundamental para la educación de los mininos, y aunque otros profesionales no concuerdan al cien por cien, lo cierto es que los animales domésticos responden a ciertas expresiones faciales humanas. En esa línea, los investigadores encargados de este estudio aseguran que el parpadeo lento puede tener un efecto sedante y tranquilizador en los gatos que favorezca su acercamiento a los humanos.
Para el experimento, los investigadores Tasmin Humphrey, Leanne Proops, Jemma Forman, Rebeca Spooner y Karen McComb seleccionaron a decenas de gatos domésticos sin problemas de vista. En una primera prueba, se instruyó a los cuidadores sobre la forma más adecuada de hacer este parpadeo lento, y se dejó a 14 humanos con sus 21 felinos. Los propietarios debían relacionarse con sus mascotas a menos de un metro, repitiendo las instrucciones de los investigadores y evitando interactuar con ellos de cualquier otra forma. Este experimento mostró que los gatos son más propensos a entrecerrar los ojos después del parpadeo lento de sus dueños, un gesto que denota confianza e interés.
Los investigadores llevaron a cabo un segundo experimento con otros 24 gatos, en esta ocasión exponiendo a los animales a completos desconocidos. Estos últimos también aprendieron la técnica del parpadeo lento, y demostraron que es más probable que un gato se acerque a ellos cuando repiten este gesto que cuando evitar el contacto visual y su expresión es neutra.
Si bien los gatos suelen responder a este parpadeo lento con afabilidad, lo que no está muy claro es el por qué. Los investigadores apuntan a que quizás los animales lo hacen por asociación, es decir, porque cuando ellos repitieron este gesto en el pasado, sus dueños respondieron positivamente. Parece poco probable, sin embargo, dado que el segundo experimento muestra que los felinos responden exactamente igual con desconocidos que no les han mostrado afecto previamente.
Sea cual sea la explicación, lo que parece claro es que esta mirada es una muestra más de que los felinos disfrutan de la presencia y relación con los humanos. Ahora bien, todavía quedan muchos experimentos que hacer en el campo, porque la verdad es que no todos los gatos responden al parpadeo lento con la misma expresión. Por si las moscas, prueba con el tuyo: quizás te lleves una sorpresa.