Hay animales que son unos auténticos aventureros, les encanta explorar todo lo que tienen a su alrededor y visitar otros lugares, no obstante, esto no es algo que suceda siempre, sobre todo cuando se trata de gatos, que por lo general suelen ser bastante caseros y les gusta mucho ir a su rollo.
Sin embargo, Pumpkin, el pequeño gato naranja de Tia Stoddard es un auténtico enamorado de la playa. Este gatito era el único naranja de una camada de felinos rescatados por la familia de Stoddard que, aunque al principio no habían pensado quedarse con ninguno de ellos, terminaron adoptando a Pumpkin y a su hermano Moustachio. Y es que, cuando llegó el momento de darlos en adopción se habían enamorado de ellos y no pudieron dejarlos ir.
No obstante, cuidar de Pumpkin no es lo más sencillo del mundo, ya que tiene hipoplasia cerebelosa, una enfermedad que afecta a su coordinación y percepción de profundidad, pero esto en ningún momento hizo que su dueña se arrepintiese de haberse quedado con él; sino todo lo contrario. Además, tiene se grado es bastante leve, por lo que esta no le afecta demasiado en su día a día.
A Pumpkin nunca le ha frenado su enfermedad a la hora de investigar nuevos lugares, es por eso que su dueña decidió llevarlo a la playa para ver cómo se relacionaba el gato tanto con la arena como con el mar.
Fueron su "hermana" y su "madre" las que lo acompañaron para que junto a Moustachio conociese por primera vez la playa, un lugar donde parecía estar encantado hasta que el viento comenzó a levantarse. El gato corrió y jugó por la arena durante un buen rato, pero el viento le fastidió la experiencia. Es más, fue entonces cuando su familia descubrió que el gato, a pesar de su espíritu aventurero, no era en absoluto un fanático del viento.
"Realmente amaba la playa, pero pronto descubrimos que no amaba el viento", dijo Stoddard al medio digital 'The Dodo'. "Las caras que estaba haciendo, nunca antes habíamos visto algo así, así que estábamos tomando fotos y videos".
Ahora, a Tia Stoddard le parecieron tan divertidas estas fotografías que las compartió en el perfil de Facebook del animal, donde le siguen más de 40.000 personas, para que sus amigos pudieran también disfrutar de ellas, sin esperarse lo virales que se harían. Y es que estas imágenes han sido compartidas más de 67.000 veces solo en esta red social.
Su dueña asegura que Pumpkin es un gato de lo más aventurero, por lo que suponía que la playa iba a ser una experiencia que seguro le encantaría y así fue, excepto por el viento. Este animal se apunta a todos los planes que le propone su "mamá" y disfruta de ellos al máximo a pesar de ser "torpe como un cachorro".