Las series, el cine y las canciones populares nos han hecho creer que lo mejor que le puede pasar a un gato es recibir pescado a la hora de comer. Basta con que pases cerca de una pescadería o una lonja para comprobar que, efectivamente, en este caso la ficción está muy pegadita a la realidad: a los felinos les vuelve locos el pescado. Sin embargo, ¿realmente es tan bueno para ellos? Nutricionalmente, son alimentos proteicos y cargados de beneficios, pero eso no significa que tengamos vía libre para darles lo que nos apetezca: pueden resultar problemáticos para su cuerpo.
Entre los pescados que le damos a nuestros felinos, uno de los más habituales es el atún. Ese pez grande y sabroso puede hacer las delicias de nuestro minino, siempre y cuando lo hagamos cuidadosamente y teniendo en cuenta varios factores. ¿Tienes una latita en casa y no sabes si dársela para merendar? En Yasss te sacamos de dudas.
No cabe duda de que a tu gato le encanta el pescado y, si le has echado un ojo mientras devoraba, sabrás que lo que más le gusta es, precisamente, el atún en conserva. Ahora bien, llegan las malas noticias: esas latas son la peor opción para su salud.
¿Por qué? En primer lugar, porque el atún, en conserva o no, contiene mercurio, un metal bastante pesado que es tóxico (y que provoca la acción humana), que llega al pescado, y de ahí a nuestros estómagos. En un ser humano, salvo que sea un niño o una persona embarazada, consumir moderadamente pescado con mercurio no tiene por qué ser problemático, pero en el caso del minino puede ser mucho más complicado, llegando a afectar al sistema nervioso.
Además, el envase en el que se mete el atún contiene otros tóxicos que pueden resultar difíciles de digerir para tu felino. Vaya, que, aunque tu gatito pueda consumir alguna lata de atún te manera puntual, como premio o excepción, evita dárselo con cierta regularidad para ahorrarle problemas de salud.
Los beneficios del atún para tu gato son claros: ayuda a reducir el colesterol, ya que tiene muchas grasas poliinsaturadas, a cuidar la salud de su pelo y de su piel y, además, tiene un alto contenido proteico, que nunca viene mal.
Sin embargo, sus riesgos son mucho menos conocidos. El principal es el potencial contenido en mercurio, pero también está ahí la falta de nutrientes esenciales que tendrá tu felino si lo consumo abusivamente, su alto contenido en sal, que puede subir su tensión arterial, y la cantidad de grasas que puede sumar tu gato en la dieta con el aceite de oliva tampoco es pequeña. Sin olvidar que el atún contiene una cantidad enorme de histamina, que puede ser fuente de alergias alimentarias.
Atiborrarle a atún puede no ser la mejor de las ideas, pero, con moderación, un felino adulto no tendrá problema en comer una latita de vez en cuando. Sin embargo, en el proceso de enlatado el pescado pierde muchas propiedades, así que, si quieres introducir este pescado en su dieta, lo mejor es hacerlo poco a poco, con mucho cuidado, y mejor fresco.
Si no puede ser reciente, solo congelado, debemos esperar a que el pescado se descongele completamente para no alterar sus propiedades y después cocerlo ligeramente. Evita cocinarlo tanto como si lo fueses a comer tú ni darle atún crudo.
Aunque integres el pescado dentro de su dieta, jamás lo conviertas en el elemento central de la misma. Cualquier tipo de pescado, tenga este la cantidad de mercurio que tenga, debe consumirse de forma ocasional.