Estudiar en la universidad es una decisión muy cara que condiciona los siguientes años de tu vida. Si vives en un pueblo o una ciudad sin facultades, no te quedará otra que mudarte a un piso o residencia de estudiantes durante los siguientes cuatro años; el alquiler del piso no es barato, y eso sin contar con los gastos del día a día y el coste de la matrícula. Desde que empezó la crisis de 2008, la Universidad se ha encarecido casi un 30% en España, siendo Cataluña y Madrid las dos comunidades que más han aumentado el precio de las tasas en los últimos diez años.
Eso sin hablar de estudiar en el extranjero: una oportunidad que te brinda muchos beneficios, como mejorar un idioma o prestigio y diferencia en tu currículum, pero al alcance de tan solo unos pocos bolsillos. Al menos, eso pensamos muchos, aunque la realidad es muy diferente.
¿Sabes que hay países que te pagan por estudiar fuera? No hablamos solo de no tener que poner el dinero de la matrícula, sino de conseguir que un gobierno cubra el precio de tu alquiler y los gastos de manutención mientras estudies en su territorio. En Yasss te hablamos sobre cinco de ellos.
Que los estados quieran subvencionar el talento de otros países no significa que lo hagan a cualquier costa. En Alemania, por ejemplo, se ofrecen programas que incluyen el alquiler de un apartamento y una cuota alimenticia durante el tiempo que estés estudiando en el país. Para ello, es requisito indispensable que sepas alemán muy bien y que estés matriculado en uno de los centros universitarios del país, cuya matrícula también está subvencionada.
Lo mejor es que muchos de estos centros cuentan con bolsas de empleo para sus estudiantes recién titulados, por lo que es más fácil acceder al mercado laboral alemán desde ahí.
El país de la libra está tan seguro de que si estudias en una de sus universidades vas a tener un sueldo enorme que, si estudias allí, se arriesgan a concederte préstamos desorbitados con los que financies tu estancia. Este dinero, conocido como ‘tuition fee loan’ y concedido por la SLC, está disponible para estudiantes que cumplan determinados requisitos, como hablar inglés con fluidez, ser ciudadano de la UE y residir en un país de la Comunidad Económica Europea o Suiza en los últimos tres años y tener una plaza en una universidad británica, entre otros.
Lo mejor de este préstamo es que la SLC se encarga de dárselo a la universidad, sin que tengas que adelantar nada, y puede cubrir la matrícula de la universidad pública al completo. Además, no tienes que devolverlo hasta que no termines tus estudios y superes las 21.000 libras de sueldo anual. Sin embargo, sigue siendo un préstamo del gobierno, por lo que, si puedes evitarlo, mejor que mejor: hay otras becas que financian al completo la estancia de los universitarios extranjeros en Reino Unido.
Muchos estudiantes extranjeros han iniciado su carrera universitaria en esta isla anglófona, que financia con mejores condiciones que Reino Unido o EEUU las estancias del talento exterior. Muchas becas de fundaciones privadas favorecen la vida en Australia, pero, además, el propio estado cuenta con becas que diezman los gastos derivados de los estudios y subvencionan desde la manutención hasta la matriculación o papelería.
Si lo que buscas es formarte como universitario en uno de los países con mayor prestigio del mundo, Holanda es tu sitio. La matriculación en este pequeño estado europeo está subvencionada por el Estado y, además, muchas universidades ofrecen becas que incluyen los gastos de manutención y alquiler de sus estudiantes extranjeros.
Eso sin contar con becas públicas tan interesantes como las que integra el programa Holland Scholarship, una iniciativa del ministerio de Educación, Cultura y Ciencia neerlandés que se dirige especialmente a estudiantes no residentes en el Espacio Económico Europeo que deseen estudiar programas completos en este país.
Estudiar en una universidad del país de La Sirenita es gratis para cualquier ciudadano de la UE. Ni siquiera hace falta saber danés: con el inglés basta. ¿La mala noticia? El coste de vida, que asciende a los 1.000 euros mensuales.
Como el gobierno danés es muy consciente de esto, permite a sus ciudadanos acceder a un servicio de subsidios y préstamos llamado SU, al que también pueden inscribirse estudiantes extranjeros. Por un lado, incluye becas mensuales que ascienden hasta los casi 900 euros, y por otro, ofrecen la oportunidad de hacerse con un préstamo de cuantía variable que deberá ser devuelto durante los 15 años siguientes a la finalización de tus estudios. Además, estos ingresos se pueden compatibilizar con un trabajo, siempre y cuando tu sueldo no supere los 1.600 euros mensuales.
Después de decidir tu destino, tómate tu tiempo para rellenar las aplicaciones, descárgate una buena app para aprender a cocinar y anima la espera leyendo el testimonio de algún estudiante que ya esté allí. El resto es cuestión de tiempo.