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Lyona, escritora e ilustradora: "El sexo no es solo reproducción, también es amor, cariño y afecto"

  • Entrevista a Lyona Ivanova, ilustradora y autora de 'Sex¡oh!, Mi revolución sexual'

  • Lyona Ivanova: "Le diría a todo el mundo que experimenten y prueben cosas nuevas, que no se conformen con lo de siempre"

Es una de las ilustradoras españolas más reconocidas en redes sociales. Aunque Lyona es mucho más que eso. Si llegaste a ella a través de Instagram, donde comparte viñetas muy interesantes con divertidas reflexiones sobre deseos y anécdotas cotidianas de cualquier mujer de su generación, quizás creas que lo que mejor se le da a esta artista es caricaturizarse para explorar el complejo mundo de "ser mujer hoy" y crear monstruos supercuquis. Pero Marta, la persona que creó la firma 'Lyona', también tiene una larga experiencia como realizadora de vídeos musicales (de Carlos Sadness, de La Pegatina, de Zahara) y como fotógrafa.

'Sex¡oh!' es su último libro, en el que repasa y reflexiona sobre todas aquellas pequeñas situaciones socialmente aceptadas que vivimos las mujeres y que estamos hartas de aceptar.

Entrevista a Lyona Ivanova por la publicación de su libro 'Sex¡oh!'

¿Por qué crees que hay que hablar de sexo?

Primero de todo porque viendo los tabús, los complejos y los estereotipos que nos rodean me di cuenta de que era muy necesario hablar, porque si no, nos creemos todo lo que nos han contado. Nos han educado desde un punto de vista masculino, con el sexo siempre enfocado al placer del hombre, y nos hemos creído esto. Y si nosotras no hablamos, si nuestras madres no nos cuentan cómo funcionamos, si en la escuela no nos explican que el sexo no es solo reproducción, sino que también es amor, cariño, afecto… crecemos con estas creencias en la cabeza que no nos dejan disfrutar del placer. Por eso es tan necesario hablar y romper con todo lo preestablecido.

En tu caso personal, ¿qué te llevó a ti a escribir e ilustrar un libro sobre sexo?

Fue todo un poco espontáneo, nunca me lo había planteado. Simplemente un día me regalaron un vibrador y yo, superfeliz, lo colgué en mis stories. Empecé a recibir muchos mensajes de muchas chicas que me preguntaban si me masturbaba, si era normal usar un vibrador si tenías novio... Y yo me quedé muy sorprendida, porque yo pensaba que este punto ya lo habíamos pasado. Esto me ayudó a plantearme mi relación con el sexo, que yo siempre he creído que tengo la mentalidad muy abierta, y me di cuenta de que muchas veces en mis relaciones también primaba el placer del otro. Pensaba que cuanto más placer le diera al otro más me querría y no me planteaba si yo estaba disfrutando. Así que empecé a hacer viñetas hablando sobre situaciones que me habían ocurrido a mí, y reflexiones que yo tenía. Así empezó a crearse un espacio donde se hablaba libremente de esto, y muchas chicas me daban consejos y me preguntaban dudas… Y muchas me decían que por qué no hacía un libro, y decidí hacerlo.

El libro lleva el subtítulo "Mi revolución sexual", ¿realmente crees que todos, colectivamente, estamos viviendo una revolución sexual, que hemos conseguido cambios que perdurarán?

Me encantaría poder decir que sí, ojalá. Es verdad que creo que las mujeres, al menos, sí que estamos moviéndonos más, buscando información, encontrando nuevas formas de hablar de sexo… Para mí, Instagram ha sido clave. Aunque es una red social muy superficial, a la vez me ha permitido conocer muchas cuentas que me daban información que no encontraba en ningún sitio. Yo descubrí que el clítoris es como es por Instagram, y es muy fuerte que pase esto. ¿Por qué pasa? Porque no lo vemos en los libros ni en la escuela. Que nos enteremos a través de las redes sociales es aluncinante… Y sí, creo que ahora hay mucho interés por la gente, que es algo importante para romper tabúes.

Cuando éramos pequeñas y no teníamos internet, la información que teníamos las mujeres nos la transmitían nuestras madres o nuestras hermanas mayores, ¿crees que ahora han cambiado las tornas, que ahora somos nosotras las que sabemos más y podríamos darles consejos a nuestras madres?

No lo sé, porque al final la vida sexual de una persona es muy subjetiva. A lo mejor mi madre sí que conoce mejor su cuerpo. Es verdad que yo he aprendido bastante escribiendo el libro, pero no sé si sé más que ella. Lo que sí que hice hace poco fue regalarle a mi madre un vibrador, que nunca había tenido uno y le dije que lo probara, porque es otra experiencia y creo que es interesante vivirla. Cuando yo lo experimenté por primera vez dije "GUAU, ¿dónde había estado esto toda mi vida?". Así que creo que cuantas más experiencias tengas y más cosas pruebes, mejor. Yo lo que le diría a todo el mundo, sea mayor o más pequeña que yo es que experimenten y prueben cosas nuevas, que no se conformen con lo de siempre. Y que hagan otras cosas además de la penetración, que el sexo no es solo eso.

Le diría a todo el mundo que experimenten y prueben cosas nuevas, que no se conformen con lo de siempre

La protagonista de tu libro tiene pelos en el cuerpo. ¿Crees que el vello de la mujer es el último tabú que nos queda por romper?

Bueno, no sé si el último, pero sí uno de los más importantes. Aparte es que además nosotras lo tenemos muy integrado, lo del que el vello no es bonito o no es estético que nos cuesta mucho. A mí me cuesta. Yo me he dibujado con pelos porque es verdad que a veces voy así, porque no tengo tiempo o no me da la gana depilarme. Pero, por ejemplo, si tengo que ir al gimnasio pienso "ay, ¿qué pensarán?", y entonces me afeito las piernas. Y es como… ¡que les den! Los hombres van sin depilar y no pasa nada. Aunque sí que estoy viendo entre las chicas más jóvenes más pelos, y está genial, a las nuevas generaciones les importa menos lo que piensen los demás.

Pasando del tabú a los mitos. En tu libro hablas también de que muchas mujeres son multiorgásmicas, pero muchos hombres creen que esto es mentira y algunas mujeres no saben que pueden serlo. ¿Por qué hay tanto misterio?

Por parte del hombre, porque para ellos es como un reto, ellos creen que lo del multiorgasmo es como "vamos a darle todo lo que se pueda". También pasa con el squirt, que parece un premio para ellos. Y eso les motiva. Pero es cierto que todas las mujeres somos potencialmente multiorgásmicas, porque nosotras no tenemos el período refractario como ellos. Si tenemos un orgasmo podemos continuar y seguir teniendo más, no hay límite. Y es algo extraordinario. Pero es cierto que hay una especie de mito, en plan "buah, vamos a intentar conseguirlo", y en realidad es bastante fácil.

Otro de los mitos que aparece en tu libro es el de que las mujeres tardan mucho más que los hombres en llegar al orgasmo. ¿Cómo desmontas eso?

Eso se desmonta cuando utilizas un vibrador por primera vez. Yo la primera vez que lo usé creo que en un minuto tuve un orgasmo. En cuanto conozcas tu cuerpo y sepas cómo funciona sabrás tener un orgasmo. Hay que saber dónde tocarse, cómo tocarse. Primero tienes que saber cómo eres, coger un espejo y saber dónde está todo. Y luego probar lo que te gusta. Por ejemplo, hay chicas que el roce en el clítoris les molesta, y que con un vibrador están más cómodas porque es una sensación diferente. Pero, creo que lo fundamental es conocerse. Y con tu pareja, explicarle lo que te guste, porque hay muchos chicos que no tienen ninguna gracia tocándote. Lo hacen con mucha fuerza o enseguida van a meter un dedo en la vagina, y puede doler. Si tú no se lo cuentas ellos no lo van a adivinar. Lo fundamental es la comunicación.

Repites varias veces a lo largo de tu libro que el placer es poder. ¿Qué quieres decir con esto?

Lo descubrí documentándome para el libro. Leí un libro que se llama 'Vagina', de Naomi Wolf, que explica que con los orgasmos generamos una serie de hormonas que nos hacen sentir felices. Y cuanto más felices estamos, más seguras, más estables, más asertivas somos. Esta fuerza del orgasmo puede hacer que, por ejemplo, si estás encarando un proyecto, o tienes una reunión de trabajo, te sientas más poderosa y estamos más seguras de nosotras mismas. Ella hizo un estudio con varias artistas, escritoras, políticas, etc., y analizó que, justamente, sus periodos de máxima creatividad y trabajo coincidían con una explosión de su sexualidad, con relaciones con muy pasionales o despertares sexuales. Esto demuestra que cuanto más placer sintamos y más felices estemos gracias al placer, más poderosas y más fuertes seremos en nuestros campos y en nuestros proyectos. Me parece superbonito, porque se suele creer que el artista necesita sufrir para crear, y esto demuestra justo lo contrario.