Lo hemos dicho muchas veces y no nos vamos a cansar nunca de decirlo: mastúrbate. Mastúrbate para conocerte, para saber que es lo que te gusta, para conectar contigo misma/o, para mejorar tus orgasmos... ¡mastúrbate por el motivo que más te guste!
La educación sexual es muy importante y supernecesaria, pero no todos hemos recibido la correcta. Entre que lo de hablar de sexo nos da un poquito de vergüenza y que hay mucha desinformación y mitos sobre la sexualidad que nos confunden más de lo que nos ayudan... puede que, con respecto al sexo y a tu propio placer, te hayas sentido alguna vez perdida o confundida.
¡No te preocupes! Nunca es tarde para aprender cosas nuevas sobre sexo y sobre nosotros mismos, y cambiar algunas cosas que nos hacían sentir mal o aprender aquellas que no conocíamos. Tal y como explicó María Hesse cuando fue entrevistada para Yasss, hablar de masturbación es necesario para aprender y normalizar esta práctica sexual que fue calificada de "sucia" y de "pecado" y, sobre todo cuando se habla de la masturbación femenina, sigue siendo un pelín tabú. Por este motivo, te vamos a dar seis ideas para que pruebes cosas diferentes a la hora de estimular tu clítoris. ¡Que te diviertas!
Con la alcachofilla de la ducha: ¿se llama alcachofilla? ¿mando de la ducha? ¡Qué más da! Lo que importa es que la presión del agua puede ser muy placentera.
Con tus manos: acaricia con tus propias manos y recorre tus genitales hasta que el clítoris esté erecto y puedas presionar sin hacerte daño.
Con un juguete especial para el clítoris: ahora que el succionador de clítoris está más de moda que nunca no dejes pasar la oportunidad de probarlo. También hay juguetes vibradores especiales para el clítoris que funcionan muy bien.
Con un dildo: la pared vaginal está llena de terminaciones nerviosas unidas a tu clítoris. Puedes probar a acariciarlo mientras penetras tu vagina con un juguete especial para eso. ¡O con un vibrador conejito, que cumple las dos funciones!
Con el mítico froti-froti: el clítoris no necesita contacto directo para llevarte hasta el clímax. Muchas chicas descubren el placer de la masturbación frotando su vulva contra una almohada, por ejemplo.
Con tu pareja: muchas veces lo que más te apetece es dejarte hacer. Deja que tu pareja te masturbe y enséñale qué es lo que te gusta más y lo que menos, así no solo os conoceréis mejor, sino que pasaréis un buen rato.