El pasado mes de enero un vídeo del youtuber Borja Escalona se hizo viral porque pedía "una subvención" para aguantar a los asturianos. Eso hizo que más de 20.000 personas se unieran en una petición a través de Change.org para que cerrasen su cuenta de Youtube. Finalmente, el youtuber decidió borrar el vídeo y eliminar su canal.
Unos días después, Borja Escalona, que también se hace llamar 'The Punisher', abrió un nuevo canal en Youtuber donde colgó, el pasado 10 de enero, un vídeo en el que pedía perdón. "Me encantaría decir buenos días, pero en realidad no es un buen día. Vosotros, mis amigos los asturianos, habéis conseguido cerrarme el canal y yo os felicito. Os felicito de verdad porque creo que se me estaba yendo un poco de las manos", comenzaba diciendo el youtuber.
¿Y qué era lo que se le había ido de las manos? Una serie de vídeos en los que el creador de contenido había decidido despacharse con una especie de monólogos de humor que consistían, simplemente, en insultar gratuitamente a los habitantes de ciertas zonas de España.
Sobre los extremeños llegó a decir que "tienen la mitad del cuerpo de humanos y la otra mitad, de asnos", y sobre los asturianos, que "sois gente excepcional. ¿Que no juntáis dos dedos? No. ¿Que entre todos no llegáis a sumar una neurona? No. Pero os necesitamos. Todavía no sabemos para qué, pero ahí os tenemos en el banquillo por si en algún momento tenemos que recurrir a vosotros", o que las mujeres de Asturias "tienen bigote, supongo que habrá sido para sobrevivir al frío".
Pese a haber asegurado que su anterior canal le daba de comer, el youtuber decidió eliminar su cuenta tras la sucesión de escándalos provocada por su peculiar sentido del humor. Ahora, en su nueva etapa, ha publicado un nuevo vídeo llamado 'Los asturianos cierran el canal de Borja Escalona', en el que cuenta todo el proceso por el que ha pasado en los últimos días y explica por qué ha tomado las decisiones que ha tomado.
"He hecho una pequeña catarsis. Creo que me equivoqué ofendiendo a la gente de gratis. Para mí el humor no tiene puertas, pero la moralidad sí. No me parece justo que tenga que ofender a alguien para tener más dinero o hacerme más viral. Creo que lo he hecho mal", comentaba en este vídeo.
Que levante la mano el primero que no haya cometido nunca un error en las redes sociales. En ocasiones, esos errores pueden tener consecuencias graves, como perder tu trabajo, y, aunque se haya pasado tres pueblos (¿asturianos o extremeños?) con sus vídeos, pedir disculpas públicamente y reconocer dónde fallaste también es parte del aprendizaje en las redes sociales.