No llevar al día los trabajos de la universidad puede pasar factura. Muchas veces nos confiamos, pensamos que podremos hacer todo lo que nos han mandado durante la semana en el último momento y nos equivocamos, ya que nos surgen planes que no teníamos previstos o cualquier inconveniente que hace que no dispongamos de tanto tiempo.
Pues bien, algo así fue lo que le ocurrió a Sergio Martos, un estudiante universitario que, cuando estaba de fiesta, se acordó de que al día siguiente tenía que entregar un trabajo, el cual todavía no había hecho.
Así que, a pesar de haber bebido más de una copa, Sergio creyó que era buena idea mandarle un correo electrónico a su profesor en el que el explicase la situación y le pidiera que le retrasara la entrega algunos días: "Hola Javier, te escribo desde el mocil que he salido esta noche y mananan me voy a levantar con una resaca hecho pedazos", el correo tenía bastantes faltas de ortografía, pero Sergio, el alumno, no fue consciente de ello hasta el día siguiente.
"Por cosas resulta q no me va a dar tiempo an entregar el trabajo mañana. Me dejas entregarlo más tarde por favor? Eres la hostia, te quiero Javi, bel único profesor bueno que queda en esta universidadde lleno de capullos", continúa diciendo en el correo electrónico.
También aprovechó la ocasión para preguntarle que de dónde era la camiseta que llevó a clase el viernes "así como de viejo molón" y concluye el mensaje con un "gracias jefe".
Lo que prácticamente todo el mundo esperaba es que el profesor no se tomara nada bien este mensaje y es por eso que la respuesta de Javier fue de lo más sorprendente: "Parece que has tenido una buena noche. ¡Qué envidia!", empieza diciendo el profesor, dejando claro que no le ha sentado nada mal recibir ese correo electrónico de su alumno.
"Os he ampliado la fecha de entrega hasta el viernes 21 a medianoche, podéis subirla a través del campus virtual. Comunícaselo al resto de la clase para que todos tengáis la misma oportunidad", Sergio finalmente consiguió salirse con la suya y el profesor retrasó la fecha de entrega.
Además, le respondió que la camisa de "viejo molón" se la había regalado su mujer y le pidió que la próxima vez que le mandara un correo electrónico de este tipo le enviara también una botella de lo que haya bebido esa noche "para así no acordarme mucho de este correo".
Al parecer, a Javier no le molestó en absoluto recibir este mensaje, sino todo lo contrario, algo que ha sorprendido mucho a la mayoría de personas que se han topado con él tras viralizarse en las redes sociales.
El correo de Sergio y la respuesta de Javier han causado todo tipo de reacciones en redes sociales. Son muchas las personas a las que ha hecho gracia esta buena relación entre el profesor y el alumno, pero muchas otras también se han indignado, ya que no creen que sea adecuado mandar mensajes borrachos a ningún profesor.