Ser camarero es uno de los trabajos que requiere de muchas horas, pero la paga no suele ser buena. Esto es lo que "El club de los 1000 dólares" , el grupo de amigos que se junta a desayunar y deja un verdadero dineral de propina, ha querido revertir y se ha propuesto ser un ejemplo de generosidad para la sociedad cambiándole el día a una persona.
Ha sido un joven camarero llamado Roberto Rivas el que ha contado en carne propia al Washington Post, su encuentro con el club de amigos que le regalaron 1600 dólares de propina. El joven de 29 años que es profesor en una escuela de Estados Unidos durante la semana, también trabaja de camarero durante los fines de semana en un restaurante en Norwood, Massachusetts para poder llegar a fin de mes y pagar sus cuentas.
Fue este durante la mañana de un sábado que el muchacho se encontraba en su turno sirviendo tortitas y huevos revueltos a un grupo de 16 amigos como cualquier otro día. De repente, uno de ellos le pidió al joven que se acerque a su mesa: "La única razón por la que hemos venido a desayunar aquí es para darte esta propina", le dijo mientras le entregaba un fajo de billetes de 100 dólares.
Visiblemente emocionado y sin dar crédito a lo que ocurría por recibir 1600 dólares, le explicaron que ellos eran "El club de los mil dólares", una iniciativa que fundaron que consiste en juntarse a desayunar y poner 100 dólares cada uno y así ayudar a los camareros. "1.600 dólares es algo inaudito. Los camareros trabajamos mucho, pero no se suelen ver propinas de este tipo. Todavía estoy alucinando con que decidieran sorprenderme de esta manera", dijo Rivas al Washington Post entre lágrimas.
El pasado mes de enero, un abogado llamado Richard Brooks compartió en sus redes sociales la idea de juntar personas a desayunar con un fin solidario a través de Facebook. "Quiero formar un grupo para ir a desayunar, 10 de nosotros, y cada uno de nosotros llevar $100 para darle propina al camarero. El club del desayuno de los mil dólares", anunció en ese entonces y añadió, "lo probaremos y cuando vaya bien podremos volver a hacerlo. Quizás dos veces al año. No hace falta que vayas más de una vez, a menos que te guste. Cualquiera puede ir. Encontraremos un pequeño lugar donde el servidor se sorprenderá al recibir $1000. ¡Será un desayuno rápido y divertido por la mañana y dejaremos boquiabierto al camarero!".
En su publicación, el hombre deja en claro que cualquiera puede participar y que ayudar a los demás "da una sensación inexplicable". Además cuenta que se inspiró en su hermano Justin quien, junto a sus amigos, fueron una vez a comer a un restaurante y dejaron 100 dólares de propina.
"Elegí IHOP (el restaurante) porque aceptan mesas más grandes y también sabía que el desayuno es un momento en el que los camareros no ganan tantas propinas porque la cuenta suele ser más baja que para el almuerzo o la cena", contó al medio. El grupo inicial de 10 personas lleva desayunando una vez por mes desde marzo y desde entonces han inspirado a más personas alrededor de Estados Unidos para comenzar su iniciativa en otros puntos del mapa norteamericano.