Un joven español viaja a Suiza y alucina al ver el precio de la comida en un supermercado: "Valen el triple"

Es verano y esta es la época del año en la que los españoles más viajamos, con todo lo que eso conlleva. Cuando viajamos, conocemos no solo otros lugares, sino a veces también otros modos de vida y otras costumbres. Es más, lo que también se descubre viajando es lo barato o caro que es vivir en otros países y con esta realidad se ha dado de bruces Edgar en su interrail.

Edgar está viajando por Europa y uno de los países que ha visitado ha sido Suiza, donde ha alucinado al ir a hacer la compra al supermercado y ver los precios de los productos. No obstante, esto no ha sido lo único que le ha llamado la atención.

El joven ha grabado un par de vídeos en el supermercado y los ha compartido en su perfil de TikTok, donde los han visto ya miles de personas.

Los altísimos precios del supermercado en Suiza

Edgar ha ido al supermercado a hacer la compra y ha alucinado al ver las máquinas para hacer zumo de naranja y de granada, la máquina para hacerte el café y la enorme cantidad de comida ya preparada que venden; pero también con el precio de los productos: "Un sándwich de nevera bastante cutrillo, pues 7 francos con 20", ha empezado diciendo el joven viajero. Teniendo en cuenta que un franco es 1,04 euros, este sándwich es bastante caro.

"Doce tajadas de mango por el módico precio de cuatro francos", también le ha llamado mucho la atención que el humus valga casi cinco francos y lo que sí que está a precio "español" son las cerezas. "Vinagre de Módena 20 francos, mira, aceite de España 7 francos y medio. El de Portugal es más caro". Los yogures "valen el triple" y una bolsa de patatas vale "casi cinco francos".

Algo que tampoco ha pasado en absoluto desapercibido para el joven han sido los huevos, que son de colores, un misterio que le han resuelto en los comentarios del vídeo: "Los huevos de colores son cocidos! Los ponen así para diferenciarlos de los demás", le ha escrito Marina.

No obstante, esta no ha sido su única aventura en el supermercado en Suiza, ya que al día siguiente fue a comprar el desayuno y flipó con la cantidad de gente que había haciendo la compra a las 8:30 horas, bien temprano por la mañana: "Las Oreo valen tres pavos" y un café cuatro, así que ha estado a punto de quedarse sin desayunar con tal de no tener que pagar tanto dinero.