Junio es un mes crucial para los estudiantes de Bachillerato de toda España. Todos ellos - o, al menos, los que aspiran a hacer una carrera universitaria - se someten a las pruebas de la EvAU, que este año ha sido polémica en algunas comunidades. Los alumnos de Andalucía han recogido firmas para impugnar el examen de Matemáticas II en la rama ciencias por su "extrema dificultad"; sin embargo, una profesora de la materia en Cádiz, que reconoce que ella misma "no hubiera puesto un examen así", no cree que la denuncia sea efectiva.
Aunque sólo fuera un examen, los alumnos están muy preocupados por alcanzar la nota de corte que necesitan para entrar en la universidad. Se preocupan, sobre todo, por las asignaturas que ponderan el doble pero, en general, buscan la mayor calificación posible para poder tener las mejores opciones de futuro (y esto les honra). Por eso, esta joven catalana se derrumbó al enterarse de que había sacado un 1,5 en el examen de inglés, con la consecuente bajada de su nota media que esto supondría.
Su madre tuvo la mejor intención del mundo al darle primero la mala nota para que la asumiera desde el principio y, así, se alegrara de las buenas notas posteriores. Sin embargo, una nota tan baja - y en un momento tan tenso como es la lectura de las notas de la Selectividad - la dejó completamente hundida y ya no pudo celebrar sus notazas en el resto de los exámenes: "Historia de España, 9.5; Lengua Catalana, 6.5; Lengua Castellana, 8.5; Matemáticas, 9.5; Biología, 8.5 y Química, un 7".
El padre, que estaba en videollamada, hizo todos los esfuerzos posibles para animar a su hija desde el otro lado de la pantalla. Celebró cada nota con el alma y le trasladó a su hija un mensaje de fuerza y de orgullo por lo bien que lo había hecho, a pesar de la mala calificación en inglés. Luego, la propia joven, se rió de sí misma en TikTok y, ya más tranquila, comunicó que la nota media sí le da para hacer la carrera que quiera, aunque no en la ciudad en la que le gustaría.