Se suele decir eso de que, para estar de cara al público, “hay que valer”. Trabajar interactuando y atendiendo a los clientes o consumidores directamente, en un local o en una oficina, es una profesión tremendamente ingrata, en la que hay que hacer frente a situaciones incómodas. Lidiar con según qué personas requiere de grandes dosis de paciencia y contención, que no todo el mundo posee. En especial, en oficios como el de camarero o camarera, cuando se trabaja en un contexto que posibilita experiencias de todo tipo y situaciones de lo más variopintas.
Y si no, que se lo digan a la tiktoker @la_churrera, una joven que acostumbra a contar la realidad de su trabajo con humor, poniendo sobre la mesa algunas cosas que, según ella, los clientes deberían evitar para no desesperar a los empleados del establecimiento en el que están comiendo o tomando algo. Son varias las publicaciones que ha dedicado a enumerar anécdotas que la tiktoker ha vivido junto a clientes “endemoniados”.
La joven, que trabaja en un local del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas como camarera, ha querido lanzar una serie de advertencias al irse de vacaciones, que ha recopilado bajo un vídeo titulado “Cosas que simplemente NO”, que acumula más de treinta mil reproducciones y decenas de comentarios en las pocas horas que lleva publicado.
La lista de precauciones para evitar que “el camarero se ahorque”, en sus propias palabras, incluye un par de advertencias únicamente. Por una parte, con respecto a cierta práctica desagradable a la que tiene que hacer frente más a menudo de lo que le gustaría al recoger y limpiar las mesas. Tras reconocer que le encanta recoger las y dejar orden y paz mental “donde había caos”, ha lanzado una pregunta para aquellas personas "que la quieran recoger".
“¿Yo por qué tengo que meter mis manos debajo de una mesa para colocarla y tocar tu puto chicle chupado de tu boca? ¿Por qué, por qué tengo que estar yo en contacto con tus gérmenes bucales?”, se ha cuestionado, asegurando que es un comportamiento de “guarros y porcinos”. “Son personitas con las que no me quiero encontrar, suerte que no lo veo en el momento porque el chicle te lo vuelves a comer o te lo llevas en el pelo, o ya me busco yo la vida pero el chicle se va contigo a cruzar el charco.”
Y, por otro lado, ha apuntado a los niños pequeños que suelen acudir a su establecimiento del aeropuerto. ‘La churre’, como se suele denominar en redes, reconoce que los niños “niños son”, pero señala que hay algunos que son “chuckys, diabólicos, y no pasa nada, son niños maquivélicos y con ideas infernales”.
A la camarera le molesta especialmente cuando se quedan solos con materiales como pegatinas o purpurina, y dejan las mesas perdidas. “No sabemos qué tipo de pegamento llevan, pero ojalá se te pegasen así las pestañas o las extensiones”, ha bromeado.