Cuando organizas un viaje, intentas que todo salga perfecto, buscas el mejor hotel calidad-precio, los mejores planes y los mejores bares o restaurantes a los que ir a comer. Sin embargo, esto no siempre sale bien. Hay veces en las que viajas y todo sale según lo planeado y otras en las que no, y el viaje se convierte en un auténtico desastre.
Pues bien, esto último fue lo que le pasó a Miriam Ferrer, una joven que ha contado la pesadilla que vivió en su viaje a Venecia a través de su perfil de TikTok, donde ha subido 7 vídeos para hablar de este asunto que tanto malestar le ha producido.
La joven ha contado a través de TikTok que estaba muy contenta con sus habitación hasta que descubrió que no estarían solas en esa habitación de hotel; sino que tendrían que compartirla con los bichos que más tarde descubrieron que había en el cabecero de la cama: "Hay muchísimos bichitos amarillos en la cama".
Cuando descubrieron la cantidad de bichos que había en su cama se pudieron a investigar y estos eran chinches; así que decidieron abandonar al hotel, a pesar de que era la noche de Carnaval en Venecia y encontrar otro sitio donde alojarse era prácticamente imposible.
Fue el propio hotel fallido el que se encargó de gestionar su nuevo alojamiento y tuvieron que ir a por las llaves "por calles tan recónditas que el tío del hotel decide guiarte por videollamada desde su casita, calentito con su pijama". La joven, asombrada, miró a sus amigas y dijo: "Es una gymkana de verdad por Venecia".
Ya con la llave en la mano, las chicas volvieron a salir a la calle a buscar su nuevo alojamiento; pero ni siquiera Google Maps encontraba la dirección, se metieron por calles muy estrechas hasta que finalmente, a "la una de la mañana", dieron con el apartamento: "Hemos llegado corriendo por Venecia porque se me acababa la batería del móvil, pero esperad que os enseño el pisito con detenimiento porque aquí hay mucha tela que cortar".
Aunque en su nuevo alojamiento no había chinches, el estado de este no era perfecto (ni mucho menos): "Esto no son almohadas, no se puede quitar, está pegado a la pared, es como una especie de cabecero que está pelado". No obstante, eso no era lo peor, también encontraron "una rendija que expulsa mierda", la cocina tenía el ladrillo despegado y manchas bastante extrañas.
Su viaje fue bastante tormentoso e inesperado, pero al menos creen haberse librado de las chinches después de haber desinfectado sus pertenencias de la mejor manera posible: "Puse un montón de cubos llenos con agua, vinagre y bicarbonato; y metí ahí toda la ropa, las mochilas y todo". Mientras que lo que no se podía mezclar con estos elementos por ser más delicado lo metió en una bolsa de plástico y "aún está por ahí". Ha seguido todos los trucos que ha encontrado en internet para deshacerse de las chinches y espera haberlo conseguido.