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Un streamer gana hasta 32.000 euros al mes por dejar que le vean dormir en TikTok

  • Todos los días, Jakey Boehm se pone el pijama y se mete en la cama

  • Mientras, sus seguidores, previo pago, observan cómo descansa

  • Ya hay varios sleepfluencer que se ganan la vida durmiendo en redes

Hace unos años, el trabajo soñado de todo empleado era irse a cuidar delfines a una isla paradisíaca, montar un chiringuito en el Caribe o dedicarse a abrazar a cachorros de osos panda. Pero ya no. Con el estallido de las redes sociales, hay un nuevo trabajo de ensueño – nunca mejor dicho – que, además de ser placentero, te puede hacer millonario: dejar que tus seguidores te vean dormir. 

¿Alguien se imagina lo que es ganar miles y miles de euros mientras duermes, sin la necesidad de hacer nada más? Pues eso es a lo que se dedican ya varios tiktokers en el mundo, entre los que Jakey Boehm es el más conocido. Antes de convertirse en creador de contenido, Jakey se dedicaba a la programación. Sin embargo, un buen día, se dio cuenta de que podía ganar hasta 5000 euros en una semana haciendo directos. 

Los usuarios pagan por hacer ruido y despertarle

Pronto, empezó su iniciativa del sueño en streaming, convirtiéndose en el más conocido de los sleepfluencers. Ésta es su rutina laboral: a las diez de la noche, Jakey se pone su pijama y se mete en la cama a descansar en una habitación preparada para ello. Ojo, no es la típica habitación relajante que uno se pueda imaginar, sino un cuarto lleno de aparatos estruendosos que los usuarios que pagan pueden accionar para despertarle. De hecho, se los regalan ellos mismos para que el sueño se convierta en pesadilla.

Existen varios paquetes cerrados pero hay uno en concreto, que cuesta 380 dólares, con el que los usuarios pueden activar todos los aparatos sonoros al mismo tiempo y llevar a Jakey al borde del infarto. La reacción del sleepfluencer es la típica de alguien a quien despiertan de esa manera: grita, da puñetazos, tira la cama y hasta se ha cargado una pantalla de televisión. Sin embargo, lejos de volverse loco, ¡está encantado con su trabajo!