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Una chica denuncia en tik tok que ha sido víctima de sumisión química: “Tengo un mordisco en el brazo”
Andrea salió de fiesta con sus amigas por Barcelona
Al día siguiente, tenía un pinchazo en la pierna y la media rota
“No me acuerdo de nada”, confiesa la joven agobiada en Tik Tok
Desde que la víctima de La Manada hizo pública la agresión sexual que sufrió en San Fermín de 2016, cada vez se dan a conocer y se denuncian más agresiones a mujeres, tanto en grupo como individualmente. Los cinco sevillanos, condenados a prisión, fueron también los autores de la agresión de Pozoblanco, en la que una joven denunció que había sido drogada y, posteriormente, manoseada sin su consentimiento.
Casos como éste, en la que los agresores utilizan la sumisión química, es decir, el suministro de la burundanga, para abusar de una o varias chicas sin su consentimiento, además de ser el argumento de 'Alba', una reciente serie de éxito, es una absoluta realidad. Si no, que se lo digan a Andrea, una jovencita que ha denunciado en tik tok que "algo" tuvieron que hacerle en la discoteca en la que estuvo la noche anterior porque, al día siguiente, no se "acordaba de nada":
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"No podemos ir seguras a ningún lado"
"Quiero contar lo que me ha pasado porque es una realidad y puede pasar. Hasta que no lo vives, no te das cuenta. Hace dos viernes salí con mis amigas por Barcelona. Fuimos a una discoteca donde yo voy habitualmente y, al día siguiente, cuando desperté en casa de mis amigas, no me acordaba de nada. No era una resaca normal, una resaca de alcohol. Y, de repente, me vi que tenía un pinchazo en la pierna y un mordisco de una persona en el brazo. La media también estaba rota y yo no sabía qué había pasado", dice esta joven universitaria, que ya nunca podrá recordar esa noche.
Después de llamar al 112, Andrea acudió al hospital y ahí, como muchas de las mujeres que sufren una violación, vivió su segundo calvario (esto también es el argumento de una serie de Netflix: 'Creedme'). "Me preguntaron varias veces si me habían violado y yo les dije que no lo sabía. Decían que así no podían activar el protocolo y yo les volví a decir que no me acordaba de nada. No me gustó cómo me trataron", se queja en el vídeo, donde además explica que, ahora, tiene que tomar "un montón de medicamentos" que le sientan mal, por si acaso, con el pinchazo, le hubieran contagiado el VIH o una ETS.
