Hay días en los que no vemos el momento de llegar a casa desde que el Satisfyer. Las horas se hacen eternas solo de pensar en ese momento de placer sin freno que tendremos al cruzar la puerta y encender el juguete erótico por excelencia. Da igual el estrés que lleves o si es un día en el que celebras algo. No te hace falta excusa para usar el succionador de clítoris a todas horas. La vida puede ser realmente maravillosa.
¿Y qué puede empañar tanta felicidad? Pues solo una frase: 'batería baja'. Sí, hay un drama real con las necesidades que tenemos hacia este aparato milagro y los límites tecnológicos. El Satisfyer está a nuestro servicio, de acuerdo, pero necesita cargarse y no le vale con 'algo' de batería. Por eso, chica previsora, las hay que llevan el succionador con su cargador en el bolso para conectarlo en cualquier enchufe que se quede libre.
Esto quiere decir ser prácticas no vaya a ser que el Satisfyer luego no nos cumpla. Y si toca estudiar toda la tarde en una biblioteca, pues ahí mismo el succionador se carga, ¿no hacemos lo mismo con los móviles? La cosa es que al llegar a casa la batería no nos falle. Ese razonamiento es el que ha debido tener una chica que se ha convertido en viral por tener su Satisfyer al lado en la mesa como si fuera el mismo estuche mientras estudiaba en una biblioteca de la Universidad de A Coruña, rodeada de gente.
Lógicamente en un descanso de tantos apuntes, hubo alguien que levantó la vista de los libros y reparó en el objeto que se estaba cargando. Maravillado por el descubrimiento no pudo evitar dejar su sorpresa en Twitter y ahí sí que empezó de verdad la magia.
Sus palabras fueron bien claras: "En la biblio también se pueden juntar trabajo y placer". Y solo eso le bastó, acompañado por supuesto de la foto de prueba, para desatar todo tipo de comentarios. El tuit estaba destinado a correr como la pólvora: más de 7.000 likes y 30.000 retuits en unas pocas horas.
A partir de aquí se ha generado un debate. Los hay que no dan crédito a la imagen, otros aplauden la naturalidad de la chica. A unos les parece su medida poco higiénica, pero casi todos coinciden en tomárselo con mucho humor. La misma protagonista desde su casa tranquilizaba a las masas después para indicar que su juguetito estaba cargándose lejos de las miradas indiscretas. Con razón no para de ganar fans.
Los hay que han usado el chiste fácil de que "siempre hay que darse buenos descansos", pero más allá de todo el revuelo generado, la realidad es que es un simple juguete erótico visto sin tabúes en público. ¿No será que ha llegado el día en que no nos tengamos que escandalizar por esto tanto? ¡Bravo por aquella que carga el Satisfyer en público!