Hay planes para uno que desde la cuna le vienen marcados. Ese sería el caso de Maya Lu, una pequeña de tan solo 9 años que ya se dedica profesionalmente al oficio de tatuadora. Sí, lo habéis leído bien. Maya Lu tiene 9 años y lo mejor de todo es que lleva desde los 2, ya ejerciendo. Y pensaréis... "Whattt? ¿Es una broma?". Y no, no lo es. Que nosotros a esa edad solo pensásemos en jugar no cambia que ella estuviese rodeada de tinta y agujas.
Y así es. Maya Lu hizo sus primeros garabatos para tratar de hacer sus primeros tatuajes cuando no levantaba ni un palmo del suelo. Lo suyo está claro que era talento, pero también había algo adquirido a base de verlo en el estudio de su familia en Tengen Alemania. Sus primeras prácticas con los trazos no las hizo con un papel y lápiz de colores como harían el restos de niños. Esta pequeña tatuadora utilizó los pies de su padre, Lily Lu, tatuador profesional, como base para pintar las casitas o paisajes con montaña tan típicos.
A base de observar el trabajo de su padre se fue metiendo más en el papel. Ella no quería ser médico o profesora de mayor tal como decían las otras niñas. En su caso no había otra opción en su cabeza: sería tatuadora profesional y perfeccionó su técnica. Tanto es así, que ahora ya sujeta sola la máquina y, desde luego que no le tiembla el pulso a la hora de trazar en la piel finas líneas.
Y a esta técnica ella le aporta también un valor extra: sus diseños propios. Maya Lu hace sola sus dibujos y son de lo más demandado. Ya puede ser una tortuga, una calavera que bajo su trazo nunca dará mucho miedo, o una flor entre otros muchos tal como se puede ver en el vídeo, pero el caso es que en todos sus diseños siempre hay mucho color y esa es una de sus señas de identidad.
Podría parecer un poco loco el hecho de poner tu brazo, pierna o espalda en manos de una niña de tan solo 9 años, pero lo de Maya es algo fuera de lo común. Algo de otro planeta. Porque ella tiene su propio escritorio en el estudio y una cartera de clientes dispuestos a poner color en su piel con el trazo y diseños de esta niña. ¡Tiene hasta lista de espera!+
Lo que pasa es que no hay que olvidar que ante todo es una niña y Maya Lu le encanta tatuar, pero no se rige por horarios. Es un alma libre que tatúa cuando le apetece o cuando se siente inspirada (lo más parecido a un genio) y no acepta presiones de ningún tipo. Ella tiene su escritorio y cuando alguien entra y le cae en gracia es más fácil que saque a pasear su aguja y las tintas. Es una cuestión de suerte, aunque tal como dicen sus padres: "es más fácil despertarle inquietudes a base de regalos y dulces". Un pequeño incentivo, aunque no siempre valen.
Si hay un truco con el que se puede conseguir el tatuaje fácil de Maya Lu es pidiéndole que dibuje un mono. Este es su animal favorito y ya lo ha tatuado en varias ocasiones por lo que cada vez está más cómoda haciéndolo tal como ella misma confiesa en uno de los vídeos de Youtube de la página web del estudio donde ella tiene mucho protagonismo.
Y, aunque en la mayoría de los países se requiere para hacerse un tatuaje la edad de 18 años, salvo que se vaya con una autorización de los padres, para tatuar no se ha especificado de un mínimo previsto. Y es lógico, porque nadie podría pensar que una niña de 9 años llegaría a convertirse posiblemente en la tatuadora más joven del mundo. Pero en Maya Lu es todo excepcional y lo mejor de todo es que ella lo entiende como normal. Lo de tatuar lo entiende como pintar y ahí, en esa naturalidad e inocencia, es donde radica su increíble éxito.